Inculcar es un verbo que suele emplearse respecto a la acción de infundir una idea o un valor en el espíritu o en la mente de alguien. El término proviene del vocablo latino inculcāre.
Por ejemplo: «Siempre he tratado de inculcar la importancia del trabajo a mis hijos», «Hay que inculcar el amor a la patria para que todos los ciudadanos se conviertan en defensores de nuestra nación», «Nuestra organización trabaja para inculcar el reciclaje en todos los hogares».
Para inculcar algo, se deben repetir conceptos con la intención de fijarlos. Es posible conseguir este objetivo a través de la palabra, pero también mediante conductas y actos que sirvan como ejemplos a seguir.
Un padre, por citar un caso, puede tratar de inculcar a su hijo el respeto por las mujeres. De este modo, desde que su descendiente es pequeño se esfuerza por educarlo lejos del machismo, enseñándole a no utilizar la fuerza física y a no recurrir a la violencia verbal ni de ningún otro tipo. Una vez que su hijo llega a la adolescencia, lo instruye para evitar la cosificación femenina y para que siempre respete la voluntad de todas las mujeres. Así, a lo largo de los años, el hombre busca inculcar esta conducta a su hijo.
Por lo general se pretende inculcar buenos hábitos. Esta misión se desarrolla en el seno familiar pero también a nivel social, con organismos estatales y organizaciones no gubernamentales tratando de lograr cambios positivos en la comunidad. Inculcar el cuidado del medio ambiente, por mencionar un objetivo frecuente, es imprescindible para mejorar la calidad de vida de todas las personas.
Veamos algunos de los sinónimos más comunes del verbo inculcar para tener más datos que nos permitan entender sus varios matices: infundir, imbuir, insuflar, inspirar, aleccionar, persuadir, grabar y dar. Es importante recordar que no todos los sinónimos se pueden intercambiar con el término al que hacen referencia, sino que en algunos casos solamente pueden sustituirlo para una de sus acepciones.
Cuando hablamos de la acción de los padres a la hora de inculcar en sus hijos las buenas costumbres y los principios morales, podemos decir que quieren infundir en ellos una serie de cuestiones para que se conviertan en personas de bien, que los inspiran de manera positiva o bien que les dan muchos consejos para que los graben a fuego en su memoria y recorran un camino de justicia y compasión.
Esta es una de las tareas más importantes de todo progenitor: traer una nueva persona al mundo conlleva muchas responsabilidades, que van desde protegerla y alimentarla hasta prepararla para que respete a las demás y se haga respetar. Lamentablemente, es sabido que no todos los padres crían a sus hijos de manera responsable, y por esta razón el ser humano es capaz de hacer tanto daño a su entorno.
Dar un buen ejemplo a la persona en la cual tenemos la intención de inculcar ciertos principios es el mejor camino. Sin lugar a duda, darle a alguien una orden que lo prive de hacer exactamente lo que quiere no siempre trae los mejores resultados, a menos que exista un gran respeto o un gran miedo de su parte. Los padres no deberían infundir miedo en sus hijos, sino enseñarles a entender que sus consejos siempre buscan su beneficio, su bienestar, y que no se trata de imposiciones arbitrarias.
Una de las primeras costumbres que los padres intentan inculcar a sus hijos es no tirar residuos en el suelo: para conseguir la mayor efectividad en este caso, basta con cumplir esta misma regla sin excepciones, frente a los niños.