Independiente es un adjetivo que se utiliza para calificar a aquel o aquello que carece de dependencia: es decir, que no depende de alguien o de algo. El concepto se asocia a la libertad y a la autonomía, aunque su alcance depende del contexto.
País independiente
Un país independiente, en este marco, no depende ni es tributario de otro. Un Estado de este tipo es libre a nivel político y administrativo, ya que sus gobernantes toman decisiones por su cuenta sin tener que acatar órdenes del exterior.
Estados Unidos, por ejemplo, es una nación independiente desde el 4 de julio de 1776, cuando el Congreso Continental aprobó una Declaración de Independencia. Así dejó de depender de Gran Bretaña. Guayana Francesa, en cambio, no es un Estado independiente sino que se trata de un departamento de ultramar de Francia.
Es importante mencionar, de todos modos, que en un mundo globalizado todos los países mantienen una cierta interdependencia. Ya sea por necesidad de materias primas, tecnologías, financiamiento u otros recursos, no existe ningún Estado absolutamente independiente.
Individuo independiente
Se dice que un individuo es independiente, por otro lado, cuando desarrolla sus ideas y mantiene sus opiniones sin aceptar injerencias externas. Un periodista independiente, por mencionar un caso, no admite presiones ni tolera condicionamientos a la hora de desarrollar su trabajo.
Por lo general, todos deseamos convertirnos en personas independientes cuando somos adolescentes. Comenzamos a sentir el agobio de las presiones externas y soñamos con una vida en la que podamos tomar nuestras propias decisiones a cada paso. En la práctica, esto no es posible al cien por ciento, a menos que nos vayamos a vivir a una zona completamente desprendida de la sociedad y sus reglas, así como sus productos y servicios.
Grupos independientes
En el terreno de la cultura, se menciona como independiente a la obra desarrollada por fuera del circuito comercial y del sistema de producción preponderante. Así puede hablarse de música independiente, cine independiente, etc.
En la actualidad, las compañías independientes de desarrollo de videojuegos, por ejemplo, gozan de una relevancia en la industria que a mediados de los 90 habría sido propia de la ficción. En este ámbito se da un fenómeno muy curioso, porque se trata de un tipo de contenido que nació en entornos independientes, aunque no se llamaran de esta manera o no entraran en esta etiqueta: hace varias décadas, muchos de los videojuegos más importantes fueron desarrollados por adolescentes talentosos y emprendedores, que dejaron volar su imaginación en sus dormitorios.
Con el paso de los años, algunos de estos jóvenes pioneros consiguieron formar sus propias empresas, aunque otros se perdieron en el olvido. A esta etapa de experimentación le siguió una en la que reinaron las grandes compañías de carácter internacional, los colosos del mercado que parecían imposibles de derribar. Hasta que Internet permitió que los consumidores se informaran mejor antes de comprar y que hicieran oír sus voces si no estaban conformes con los productos.
Internet también les dio a los desarrolladores la oportunidad de hacer públicas ciertas prácticas deleznables de las grandes empresas. Fue el comienzo de una suerte de regreso a la creación en pequeños grupos, como antes pero con una exposición mucho mayor, y así nacieron los equipos independientes. Lamentablemente, el atractivo de mantenerse al margen del sistema no suele durar mucho: la mayoría de los que tienen éxito se transforman, tarde o temprano, en grandes compañía.
Como nombre propio
Por último, hay que señalar que varias instituciones, como clubes de fútbol y partidos políticos, se denominan Independiente: Club Atlético Independiente (Argentina), Club Independiente Santa Fe (Colombia), Partido Liberal Independiente (Nicaragua) y más.