Indiscreción es un término que proviene del vocablo latino indiscretio. El concepto hace referencia a la ausencia de discreción: reserva, mesura.
La noción puede aludir a la falta de tacto o cordura al actuar o hablar, aunque también puede hacer referencia al acto o el dicho indiscreto. Por ejemplo: “El cantante cometió una indiscreción ante los periodistas y luego se arrepintió”, “Disculpe la indiscreción pero me gustaría que me cuente cómo hizo para superar ese momento tan duro”, “La indiscreción del jugador sorprendió a su entrenador”.
Se espera que las personas mantengan discreción respecto a determinados temas, por lo general vinculados a la vida privada. Los integrantes de una pareja, por citar un caso, no suelen compartir sus problemas íntimos con los vecinos. Si uno de los dos lo hace, comete una indiscreción.
En ocasiones, la indiscreción supone una traición a la confianza. Supongamos que una famosa actriz le cuenta a una amiga que está embarazada y le pide que no se lo diga a nadie. Esta joven, sin embargo, le da la noticia a un periodista, quien lo anuncia en un programa de televisión. Al no guardar el secreto, la amiga de la actriz incurrió en una indiscreción.
Llevar una vida discreta, o bien evitar aquellas actitudes que puedan ser consideradas propias de una indiscreción no es más que una de las tantas imposiciones de la vida en sociedad. Esto quiere decir que en otra época, tanto en el pasado como en el futuro, o en una realidad paralela podríamos prescindir de esta regla sin problemas, aunque en nuestra vida nos parezca imposible.
Nos crían en ciertas bases de respeto por nosotros mismos y por los demás, y en este marco la indiscreción es algo que puede vulnerar este principio: ser indiscreto atrae las malas lenguas y también puede destruir relaciones de amistad. Las personas que más caso hacen de las cuestiones relacionadas con la moral y las normas de convivencia en sociedad no pueden tolerar la indiscreción, pero aquí existe un matiz machista como en casi todos los aspectos de la vida: a la mujer indiscreta se la condena con mucha más dureza que al hombre indiscreto.
Una de las características mas retorcidas y peligrosas del machismo es que sus «pilares», por así llamarlos, no están redactados en un manifiesto ni tampoco se comentan o, peor aún, se razonan: simplemente existen y conducen las vidas de millones de personas de todas las sexualidades, incluso de las que más sufren sus consecuencias. Nadie nos dice que una mujer indiscreta deba recibir miradas más severas que un hombre indiscreto; pero ocurre.
Esta diferencia también está ligada a la orientación sexual y la negación de las alternativas a la heterosexualidad, porque el grueso de la sociedad asume que cualquier persona de apariencia masculina es un hombre heterosexual y viceversa. A esta base le agregan una capa de rasgos genéricos, como ser el gusto por el deporte en el caso de los hombres y por la moda en el caso de la mujer, y entonces se procede a juzgarlos de acuerdo a estos estereotipos.
Con respecto a la indiscreción, si un hombre ventila sus aventuras con una mujer suele recibir enhorabuenas mientras que en el caso opuesto la mujer suele ser condenada por llevar una vida sexual indecente.
“Indiscreciones”, por último, es el título de un programa de TV emitido en Argentina entre 1990 y 2017, aunque en diversas etapas. Con la conducción de Lucho Avilés, “Indiscreciones” se basaba en el mundo del espectáculo, muchas veces centrándose en rumores o en polémicas. El programa pasó por cuatro canales: Telefé, Canal 9, ATC y, en su último ciclo hasta el momento, CN23.