En el latín es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término ineficiencia que ahora nos ocupa. En concreto, hay que exponer que es la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua como son estos:
-El prefijo “in-”, que es sinónimo de “sin” y de “no”.
-El componente “ex”, que significa “hacia fuera”.
-El verbo “facere”, que puede traducirse como “hacer”.
-El sufijo “-ia”, que se usa para indicar “cualidad” así como para darle forma a sustantivos que se obtienen a partir de verbos.
La ineficiencia alude a la ausencia de eficiencia: la habilidad de contar con algo, y de hacer uso de eso, para conseguir un resultado. La eficiencia se vincula a utilizar racionalmente los medios disponibles para alcanzar una meta.
Por lo tanto, si la eficiencia refiere a cumplir un objetivo con el mínimo uso posible de los recursos y en la menor cantidad de tiempo, la ineficiencia supone a lo opuesto.
Supongamos que un inventor fabrica dos automóviles. El coche A consume 1 litro de combustible para recorrer 10 kilómetros; el coche B, 4 litros para completar la misma distancia. Esto quiere decir que, puestos a realizar un trayecto de 100 kilómetros, el coche A gastará 10 litros de combustible, mientras que el coche B consumirá 40 litros. El coche B, en definitiva, necesita cuatro veces más combustible que el coche A, lo que demuestra su ineficiencia en cuanto a este tipo de consumo.
Tomemos el caso del gerente de una gran empresa que debe administrar un presupuesto millonario. La compañía, al asumir el ejecutivo, no contaba con deudas. Sin embargo, dos años después, está endeudada y no registró ningún tipo de crecimiento en el periodo. Ante esta realidad, el gerente es despedido por su ineficiencia para manejar los recursos de la firma.
En el ámbito de las finanzas tenemos que establecer que también se usa el término que ahora nos ocupa. Así, por ejemplo, se habla de lo que se denomina ineficiencia económica. Con esta expresión se hace referencia a la ausencia de eficiencia que tiene un sistema económico concreto a la hora de hacer uso de los recursos productivos con el objetivo de satisfacer las necesidades que se tienen.
De la misma manera, también se hace referencia a lo que es la ineficiencia de los monopolios. En concreto, se supone que esos caen en la misma cuando se da la circunstancia de que producen una cantidad menor a la de su competencia y también cuando el precio de su producción es mayor que la de sus rivales. Es más, se determina que dichos monopolios lo que hacen es cometer una acción que supone un atentado contra lo que es la soberanía del consumidor.
Por último, es importante no confundir la eficiencia con la eficacia: la eficiencia está asociada al buen uso de recursos y a los resultados que se consiguen; la eficacia, en cambio, refiere al nivel de los resultados obtenidos en un cierto plazo. Retomando el ejemplo de los automóviles, ambos son eficaces si pueden trasladar a las personas de un lado a otro, pero el coche B evidencia su ineficiencia por los recursos que demanda para cumplir con ese fin.
