La inteligencia de negocios permite hacer una predicción de ventas.
La inteligencia de negocios es el conjunto de las herramientas, las técnicas y los recursos que, en una empresa, contribuyen a la toma de decisiones basadas en datos. El concepto también es mencionado en nuestro idioma con la expresión inglesa business intelligence.
Puede decirse que la inteligencia de negocios se sustenta en la recolección, el procesamiento y la visualización de información. Estas prácticas hacen posible la generación de conocimientos que ofrecen un panorama integral de la actividad de la compañía.
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ResumenHistoria de la inteligencia de negocios
La historia de la inteligencia de negocios comenzó en 1958, hace más de seis décadas. En aquel entonces, el investigador alemán Hans Peter Luhn (1896-1964), quien trabajaba para IBM, acuñó la noción en un artículo al que tituló «A Business Intelligence System». A través de dicha idea, Luhn hizo referencia a la capacidad de conocer las conexiones entre distintos sucesos y que dichos conocimientos puedan orientar las acciones hacia un objetivo.
En 1962, la inteligencia de negocios progresó gracias al aporte del canadiense Kenneth Iverson (1920-2004), quien estableció los pilares del procesamiento analítico en línea (OLAP) a través del desarrollo de un lenguaje de programación multidimensional. En los años siguientes, se avanzó con la creación de bases de datos.
El estadounidense Howard Dresner tuvo un rol clave en la definición que se usa actualmente de inteligencia de negocios. En 1989, este profesional asoció el concepto a los métodos cuya aplicación mejoran la toma de decisiones haciendo uso de un sistema de apoyo.
Hoy se sostiene que la inteligencia de negocios abarca las estrategias, las tecnologías y los procedimientos que se aprovechan para obtener y analizar datos y así producir conocimientos de utilidad para el desempeño de una organización.
Las herramientas de visualización de datos son muy importantes en la inteligencia de negocios.
Su funcionamiento
La inteligencia artificial parte de la premisa que las compañías tienen preguntas que responder y metas que alcanzar. La inteligencia de negocios recopila y analiza los datos que permiten generar las respuestas para, de este modo, orientar las acciones al cumplimiento de los objetivos.
Hay, por lo tanto, una primera fase de recolección de datos, cuyo almacenamiento (data warehousing) se realiza en una base de datos. Luego se continúa con el análisis de datos para responder las preguntas. En este punto es importante la visualización de datos.
Cuando se trabaja con grandes cantidades de datos (big data), se procede a la minería de datos (data mining). Recurriendo al aprendizaje automático (machine learning) y a otras herramientas de la inteligencia artificial, es posible descubrir patrones.
Es importante mencionar que se pueden desarrollar análisis descriptivos, análisis prescriptivos, análisis predictivos, análisis financieros, análisis de tendencias y de otro tipo, produciendo diferentes informes. La idea es conocer los KPI (indicadores clave de rendimiento) y optimizar la gestión de proyectos y la gestión del rendimiento empresarial.
La inteligencia de negocios contribuye a una optimización de operaciones.
Características de la inteligencia de negocios
Los especialistas sostienen que la inteligencia de negocios va más allá de la generación de informes. Su finalidad es brindar los instrumentos necesarios para recolectar y analizar los datos que posibilitan una comprensión de las tendencias.
La inteligencia de negocios, por lo tanto, se construye orientada al uso que se le puede dar a los datos. Gracias a sus resultados, se dice que ayuda a detectar problemas, contribuye a la toma de decisiones y permite descubrir oportunidades comerciales, por ejemplo.
Debe tenerse en cuenta que la inteligencia de negocios puede complementarse o potenciarse con distintas tecnologías. En este sentido, es habitual que se recurra a software de ERP (planificación de recursos empresariales) y CRM (gestión de relaciones con clientes).
Distintas orientaciones
Cabe subrayar que el concepto de inteligencia de negocios puede asociarse a otras «inteligencias». Estas orientaciones pueden enmarcarse en la noción o considerarse áreas independientes.
Si nos centramos en la inteligencia de mercados, refiere al análisis de los datos de la competencia. Así, permite evaluar la penetración del competidor o establecer una segmentación de clientes.
La inteligencia competitiva, por su parte, analiza diversos factores externos, como los competidores, la innovación o la tecnología del sector. Los datos obtenidos se utilizan para mejorar el funcionamiento interno de la firma.
La inteligencia de ventas, asimismo, se basa en la información tanto de posibles clientes como de clientes activos, mientras que la inteligencia operacional examina las operaciones de la compañía. También podemos nombrar a la inteligencia de productos, vinculado a los artículos propios e incluso de los competidores.
Ejemplos de inteligencia de negocios
Un ejemplo de inteligencia de negocios es el funcionamiento de Netflix. La plataforma de streaming, mediante la automatización de procesos y una analítica avanzada, conoce con precisión las preferencias de sus clientes a partir de las series y las películas que visualizan. Esto le permite realizar recomendaciones personalizadas con gran eficacia, lo que le aporta una ventaja competitiva.
Otro ejemplo de inteligencia de negocios es la organización de las rutas de la compañía de mensajería y logística UPS. La empresa apuesta por la inteligencia artificial para analizar miles de alternativas de caminos, estudiando también variables como las condiciones meteorológicas, para determinar cuál es el trayecto más conveniente. Así ahorra combustible, tiempo y, por lo tanto, dinero.
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