
Una investigación de campo implica el desarrollo de un trabajo empírico.
Una investigación de campo es una metodología de trabajo que se basa en la recolección de datos y la observación directa en el mismo lugar donde se desarrolla el fenómeno que se está estudiando. El investigador, de este modo, no está en condiciones de controlar las variables ni puede manipularlas.
El concepto de investigación refiere a una indagación para obtener conocimientos sobre algo. El término campo, por su parte, alude en este contexto al ámbito propio de un saber, un acontecimiento o una profesión.
La investigación de campo, por lo tanto, implica una labor que se realiza en el entorno natural o de origen del objeto de estudio. Distintos son los casos de la investigación documental (centrada en el análisis de datos ya recolectados y recogidos en revistas, libros, etc.) y la investigación de laboratorio (que se concreta en un espacio controlado por el investigador).


Características de la investigación de campo
La investigación de campo se lleva a cabo directamente en el terreno en el cual se producen los hechos. Allí el investigador busca evidencias, recolecta muestras, realiza anotaciones y toma fotografías. Tras ese relevamiento in situ, procede al análisis de datos para su interpretación y luego presentar los resultados preliminares y el informe final de su tarea investigativa.
Debe considerarse que las características de la investigación de campo varían de acuerdo a la ciencia. Asimismo, en algunos casos se opta por el método cuantitativo (con una recopilación sistemática de datos que pueden cuantificarse), mientras que en otros se prefiere el método cualitativo (no tan estructurado y orientado a datos que no son numéricos).
Más allá de las diferencias, a grandes rasgos puede decirse que la investigación de campo apunta a la observación y a la interacción. Gracias a su enfoque, favorece la descripción detallada y la contextualización de los fenómenos.

La participación comunitaria constituye un instrumento de recolección de datos en una investigación de campo con técnicas cualitativas.
Sus herramientas
La investigación de campo puede llevarse adelante apelando a diversos métodos, herramientas y recursos. Como ya indicamos, la observación es una práctica esencial: puede tratarse de una observación participante (habitual en la sociología y la antropología, requiere la intervención del investigador en el fenómeno o el grupo a estudiar) o una observación no participante (quien investiga mantiene distancia para minimizar su influencia).
La encuesta es otro instrumento para la recopilación de datos. Hay encuestas abiertas (posibilita las respuestas libres) y encuestas cerradas (quien responde debe elegir entre opciones ya establecidas). Las encuestas, por otra parte, pueden ser personales (cara a cara), online (redes sociales, email, sitios web, etc.) o por teléfono.
Una alternativa frecuente en la investigación de campo también son las entrevistas, ya sea individuales o grupales. La estructura del intercambio depende de qué tan organizado es el cuestionario, pudiéndose distinguir entre una entrevista en profundidad, una entrevista semi-estructurada y otras categorizaciones.
En algunos casos, como en la investigación sociológica, se puede recurrir al desarrollo de experimentos naturales. La clave es que se trabaja con las condiciones reales, a diferencia de lo que sucede en un laboratorio.

La investigación de campo permite una verificación en terreno de la hipótesis.
Tipos de investigación de campo
El trabajo de campo puede desarrollarse de distintas maneras. Según diversos criterios de categorización, la investigación se clasifica de diferentes formas.
La investigación de campo aplicada tiene la finalidad de ofrecer soluciones a determinados problemas. La investigación de campo explicativa, por su parte, busca contribuir a la comprensión de las causas y los efectos de un fenómeno social o de otra clase.
La investigación de campo descriptiva, como su nombre lo indica, brinda una descripción pormenorizada del objeto de estudio en su contexto natural. Si se pretende indagar en un asunto del cual se tienen pocos conocimientos, se habla de una investigación de campo exploratoria.
Otros tipos de investigación de campo son la evaluativa (busca medir el éxito de un programa o intervención) y la comparativa (establece las diferencias y las semejanzas entre diferentes fenómenos o conjuntos).
Es interesante mencionar que estos tipos pueden combinarse en una misma investigación. Es decir: un estudio puede ser descriptivo y explicativo a la vez.
Algunos ejemplos
Un ejemplo de investigación de campo es el estudio etnográfico que lleva a cabo un antropólogo para conocer los rituales de una comunidad. El investigador convive con la población objetivo, procediendo al registro de datos en su diario de campo. También cuenta con un informante clave en el propio grupo, quien lo ayuda a comprender el contexto y a vincularse con los demás. Esta investigación antropológica le permite lograr diversos hallazgos que ayudan a saber más sobre los sujetos de estudio.
Otro ejemplo de investigación de campo es el análisis de la biodiversidad existente en una reserva natural. Los especialistas recorren el terreno durante varios meses, documentando la presencia de las especies de animales y vegetales que encuentran en el área.
Un sondeo sobre cómo influye la inflación en los hábitos de consumo también constituye un ejemplo de estas labores. El trabajo puede incluir entrevistas a los consumidores y análisis de las estadísticas de ventas, por mencionar dos posibilidades.
Podemos mencionar a una investigación ambiental centrada en el impacto de la actividad turística en una playa como otro ejemplo de este tipo. El plan de trabajo del investigador contempla la realización de censos de basura en distintas épocas del año, el desarrollo de entrevistas a los pobladores de la zona y una evaluación de la presencia de contaminantes en el agua.