Lo primero que vamos a hacer es conocer el origen etimológico del término jinete que ahora nos ocupa. Así, podemos establecer que se trata de una palabra de origen árabe que procede exactamente de “zanati” y que se utilizaba para denominar a los soldados marroquíes que eran contratados en las tropas mercenarias andalusíes.
Zeneta o Zenata es la denominación de un conjunto de pueblos bereberes de la época medieval. Estas tribus eran conocidas por su maestría en la equitación y por su capacidad para criar caballos.
Los jinetes, por lo tanto, son personas que suelen montar a caballo, sobre todo por cuestiones vinculadas a su labor cotidiana o su oficio.
A lo largo de la historia han existido distintas figuras importantes que se han considerado que eran unos grandes jinetes. Este sería el caso, por ejemplo, de Alejandro Magno, Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid Campeador), Aníbal o el General Custer.
Los vaqueros y los gauchos son grandes jinetes. Estos hombres de campo suelen pasar mucho tiempo sobre los equinos, realizando diversas tareas en las zonas rurales o incluso utilizando a los animales como medio de transporte.
Al jinete que se dedica a participar en carreras de caballos se lo conoce como jockey. Suele tratarse de sujetos de poca contextura física, delgados y bajos.
El jinete sin cabeza, por otra parte, es un personaje ficticio cuyos orígenes se remontan a la Edad Media. El estadounidense Washington Irving contribuyó a popularizar el mito a través de “La leyenda de Sleepy Hollow” o “La leyenda del jinete sin cabeza”, un cuento que publicó en 1820.
De acuerdo a esta mitología, el jinete sin cabeza es una criatura descabezada que monta en un caballo negro. Mientras cabalga, lleva su cabeza debajo de su brazo derecho.
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco la existencia de otra novela que también lleva en su título el término que nos ocupa. Nos estamos refiriendo a “El jinete polaco”, que se publicó en el año 1991 y que está escrita por el autor español Antonio Muñoz Molina.
Ese libro consiguió el Premio Planeta 1991 y el Premio Nacional de Narrativa de 1992. Lo que hace es recrear, a partir de las experiencias y la visión del personaje protagonista, lo que fue la historia de la ciudad de Mágina en el periodo comprendido entre el asesinato de Prim en 1870 y la Guerra del Golfo de 1990.
Asimismo, otra obra que merece la pena mencionarse es “El jinete del silencio”. Se trata de una novela histórica de Gonzalo Giner que se publicó en el año 2011 y que gira en torno a un muchacho huérfano que no tendrá una vida nada fácil, pero que encontrará en los caballos su salvación.
Los jinetes del apocalipsis, en tanto, son cuatro caballeros que aparecen mencionados en el libro del Apocalipsis, que forma parte del Nuevo Testamento. Se trata de alegorías de la muerte, el hambre, la guerra y la conquista.
