La joyería es la actividad que consiste en la fabricación de joyas. Una joya, en tanto, es un adorno elaborado con metales preciosos.
Más acepciones y ejemplos
Más allá de aludir al oficio, la noción de joyería tiene otras acepciones. También puede emplearse para nombrar al lugar donde se venden o producen joyas y a la comercialización de este tipo de productos.
Por ejemplo: “Mi abuelo, que se dedica a la joyería, me obsequió este anillo que él mismo creó en su taller”, “Tres delincuentes armados asaltaron una joyería en el centro y se llevaron un millón de pesos”, “La joyería es una actividad muy lucrativa en este país”.
Bisutería
Es importante no confundir la joyería con la bisutería (o bijouterie). La joyería implica trabajar con materiales de gran valor, como oro o plata, y muchas veces incluye el uso de gemas (rubíes, diamantes, etc.). La bisutería, en cambio, produce sus creaciones con metales no preciosos, plásticos y otros elementos más económicos.
Historia de la joyería
En cuanto al diseño en joyería, sus orígenes son remotos, tanto como varios milenios, razón por la cual su estudio puede servirnos para entender mejor las culturas del pasado y la relación que tenemos con ellas, dado que este arte ha perdurado y continúa vigente. Los metalúrgicos y orfebres iniciaron esta práctica que, a partir de la industrialización, se convirtió en un negocio que mueve una enorme cantidad de dinero a nivel global.
Los ejemplos más antiguos de joyería que conocemos fueron elaborados por neandertales del continente europeo, de manera que no es del todo preciso afirmar que pertenezcan al legado de nuestra especie (Homo sapiens). Se trata de cuentas perforadas fabricadas a base de conchas marinas cuya antigüedad ronda los 115 000 años. Fueron halladas en la Cueva de los Aviones, al sureste de España. También tenemos unas cuentas que fueron encontradas en Enkapune Ya Muto, Kenia, así como un anillo y una pulsera de Rusia, todo con una edad que supera los 40 000 años.
Con la llegada de los primeros seres humanos modernos de Europa aparecieron los brazaletes y collares elaborados con huesos, piedras, bayas o dientes, así como tendones de animales para amarrar sus partes. También se conocen piezas de hueso que servían para la sujeción de sus prendas. Otro de los materiales que puede hallarse en la joyería de aquella época es el nácar, también conocido como madreperla, que se encuentra en la parte interior del caparazón de diversos moluscos. En este marco podemos mencionar el colgante Star Carr, encontrado en North Yorkshire, Gran Bretaña, y con una antigüedad que ronda los 13 000 años.
Recién alrededor de siete milenios atrás los antiguos joyeros comenzaron a usar cobre para elaborar sus productos. Es muy importante mencionar que en el año 2012 un grupo de arqueólogos halló la tumba de una joyera que trabajaba con metales finos, algo que hasta entonces se creía exclusivo de los hombres. Se trata de un ejemplo más de machismo a la hora de narrar la historia, pero también de la importancia de revisarla para encontrar una versión más justa y equilibrada.
Artesano o industrial
Mientras que hay joyeros que cumplen con su labor de manera artesanal, existen profesionales con estudios académicos que planifican, proyectan y maquetan las piezas antes de su producción, recurriendo a distintos sistemas y máquinas.
El método de elaboración repercute directamente en el precio de las joyas, así como los materiales usados y la exclusividad de las piezas.
Entre las marcas de joyas más famosas, podemos nombrar a Tiffany & Co. Esta empresa tiene joyerías en lugares emblemáticos de Nueva York (Estados Unidos) y en muchas otras ciudades del mundo.