El adjetivo laqueado, que también puede mencionarse como lacado, se utiliza para calificar a aquello que está recubierto con laca. El término también alude al acto y el resultado de lacar.
Es necesario, por lo tanto, definir qué es laca y qué es lacar para comprender la noción de laqueado. Se denomina laca a una sustancia transparente, quebradiza y resinosa que exudan las ramas de ciertos árboles. Al barniz que se produce con dicha sustancia se lo llama con el mismo nombre. Lacar, por su parte, es la acción de cubrir con laca.
El laqueado, por lo tanto, es el proceso que se lleva a cabo cuando se barniza con laca. Al producto resultante, a su vez, se lo conoce como laqueado: aluminio laqueado, madera laqueada, etc.
Puede decirse que el laqueado es una técnica decorativa que, además, permite proteger un material. En algunos casos se aplican más de veinte capas de laca para lograr un acabado brillante y liso con resistencia a la corrosión y a la humedad.
Si se lleva a cabo el laqueado de muebles es no solo porque permite mejorar la decoración de los mismos sino porque se va a conseguir que la superficie de esos pase a ser mucho más lisa, porque estarán mucho más suaves al tacto y también porque se logrará que tengan un brillo más notable.
Para el laqueado de una madera, por ejemplo, primero es necesario limpiarla y asegurarse que esté seca. Luego hay que sellar los poros mediante una capa de imprimación. Hecho esto, se debe lijar la superficie y eliminar el polvo. Recién entonces se inicia el laqueado en sí mismo con la aplicación de las sucesivas capas de laca. Entre capa y capa, es conveniente lijar con suavidad y quitar la suciedad.
En el ámbito de la gastronomía, por último, la idea de laquear se emplea con referencia a untar una carne con una crema de cierta consistencia hasta lograr una costra brillante. El cerdo laqueado se preparan de este modo.
De la misma manera, tenemos que establecer que otra de las recetas que utilizan el término que ahora nos ocupa es la de pato laqueado. Este es uno de los platos más típicos de la cocina china y se ha convertido en uno de sus embajadores gastronómicos a nivel mundial.
En concreto, el proceso del laqueado en la cocina se lleva a cabo con el objetivo de conseguir que los alimentos en cuestión resulten mucho más sabrosos y, al mismo tiempo, estén mucho más crujientes.
El azúcar o incluso la miel son dos de los productos que más se utilizan para laquear carnes, por ejemplo, y es que ayudan a que esas adquieran un aspecto brillante, meloso e incluso caramelizado.
Para realizar el citado laqueado se unta la carne en cuestión con la salsa o producto que se considere conveniente y luego esa se introduce en el horno para que se ase y se logre esa capa exterior endurecida y crujiente, que contrastará con el interior más tierno.
El pato, el cerdo, el pollo e incluso la panceta son las carnes que más se suelen someter al proceso del lacado. No obstante, también es algo que se suele hacer con el salmón.