Lo primero que vamos a hacer es conocer el origen etimológico del término letal. En concreto, deriva del latín, exactamente emana de la palabra “letalis” que, a su vez, deriva de “letum”, que puede traducirse como “muerte”.
El adjetivo letal permite calificar a lo que resulta mortífero: es decir, que provoca o puede provocar la muerte. Lo letal, por lo tanto, es potencialmente mortal.
Por ejemplo: “El hombre padeció una infección letal que acabó con su vida en apenas unos días”, “La banda de delincuentes contaba con un amplio arsenal de armas letales”, “Un joven fue detenido en el aeropuerto de la capital con un explosivo letal oculto en un bolso”.
Otras palabras que pueden utilizarse como sinónimos de letal son pernicioso, venenoso, perjudicial u ofensivo. Por el contrario, entre sus antónimos se encuentran términos tales como vivificador, vigorizante, estimulante, reanimador o tonificante, entre otros.
La noción de dosis letal, en este marco, refiere al nivel de toxicidad de una radiación o de una sustancia. Por lo general este grado se establece a partir del estudio de una cierta población de muestra, en la cual un porcentaje, ante cierta dosis, muere.
La dosis letal suele representarse con las letras DL, seguida de una cifra que señala el porcentaje de individuos de una población que dicha dosis mata. DL50, pues, revela que la dosis causará la muerte del 50% de los sujetos.
Se llama inyección letal, por otra parte, a un método de ejecución que genera el fallecimiento del condenado a través del suministro intravenoso de una combinación de fármacos. La inyección letal primero hace que la persona quede inconsciente y luego le causa un paro cardiorrespiratorio, poniendo fin a su vida.
Estados Unidos, China y Vietnam son tres países donde la ejecución a través de una inyección letal es legal. Esto indica que, cuando alguien es condenado a muerte, puede ser ultimado de este modo.
En concreto, en Texas es donde más se recurre a la inyección letal para acabar con la vida de los delincuentes a los que la justicia ha condenado a ser ejecutados. Una inyección esa que suele estar conformada por bromuro de pancuronio, tiopental sódico y cloruro de potasio.
En el ámbito del cine, en muchas ocasiones, se ha utilizado el adjetivo letal para darle títulos a algunas de sus películas. Este sería el caso, por ejemplo del largometraje “Arma letal”, que se estrenó en el año 1987 bajo la dirección de Richard Donner.
Los actores Mel Gilson y Danny Glover son los encargados de darle vida a los personajes protagonistas, dos policías de Los Ángeles muy diferentes entre sí, pero que hacen un buen equipo a la hora de resolver los casos más complicados. Tal fue el éxito que consiguió este filme que luego llegarían tres partes más.
Otros largometrajes que también usaron en sus títulos el término que nos ocupa son “Venganza letal” (2010) o “Inmersión letal” (2005).
En el terreno del deporte, por último, se menciona como letal a aquel que origina o puede originar un daño irreversible en el rival: “Con un Messi letal, el Barcelona derrotó al Real Madrid en la final de la Copa del Rey”, “El equipo de la capital resulta letal en su estadio”, “Stephen Curry es letal detrás de la línea de tres puntos”.
