La lucha de clases surge por la existencia de intereses antagónicos en distintos sectores de la sociedad.
Lucha de clases es una noción muy presente en el marxismo. Hace foco en cómo una población, segmentada en sectores o clases que tienen posiciones diferentes, queda enfrentada o separada por intereses, necesidades y pretensiones que chocan entre sí.
Tanto la interpretación marxista de este concepto como la visión al respecto cultivada por el anarquismo se entrelazan con planteos filosóficos de Georg Wilhelm Friedrich Hegel vinculados a la dialéctica como vía para comprender la organización social. En este contexto, adquiere relevancia la idea de que las clases con propósitos enfrentados se encuentran en cualquier sociedad que esté organizada y, producto de las contradicciones evidenciadas dentro de una misma comunidad, brotan las disputas. Así, entonces, se da la convivencia y el enfrentamiento de clases sociales explotadas y clases explotadoras, de sectores dominantes y grupos dominados.
Al profundizar en esta expresión e indagar en los alcances que, para unos y otros, posee la lucha de clases, resulta inevitable la conexión con el espíritu del materialismo histórico, corriente o doctrina también definida como concepción materialista de la historia. Desde el parecer de Karl Marx, la lucha de clases no se limita a litigios sociales y políticos sino que engloba también la intención de promover nuevos estilos para relacionarse y organizarse en sociedad que den lugar, por ejemplo, a un cierto modelo de desarrollo productivo.
Para ponerle punto final a la opresión, consideran aquellos que abrazan una ideología de izquierda, es esencial dejar al capitalismo en el pasado e instaurar un sistema basado en el socialismo o el comunismo.
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ResumenDistintas miradas sobre la lucha de clases
Antes del marxismo, la idea de lucha de clases ya estaba presente en textos y teorías de diversos pensadores. Nicolás Maquiavelo, por ejemplo, indicó que los distintos modos de vida de los gobernantes de un Estado y del pueblo llevaban al conflicto.
Al ubicar ese enfrentamiento en el marco de vínculos de propiedad, surgió la noción de clase social y, por extensión, de la lucha entre ellas. Jean-Jacques Rousseau asoció el nacimiento de la sociedad civil a la instauración de la propiedad privada, que a su vez genera inevitablemente desigualdades sociales.
De todas maneras, hay intelectuales que sostienen que no existen las clases determinadas por cuestiones económicas, sino que las divisiones tienen más que ver con la ideología. Siguiendo con esa línea, no podría existir una lucha de clases en el sentido marxista. También hay teóricos que consideran que, si bien hay una lucha de clases, esta disputa no es el motor que moviliza el desarrollo histórico como cree el marxismo.
La lucha de clases es un elemento central en el marxismo.
Estratificación social
Para el marxismo, los estratos sociales que tienen intereses encontrados y chocan por esta razón se fraccionan, a grandes rasgos, en dos conjuntos que claramente demuestran las desigualdades reinantes: por un lado aparecen las clases oprimidas y dominadas; por el otro, la clase dominante y poderosa.
La burguesía, sector con recursos para impulsar la actividad industrial por disponer de los medios de producción, está en una vereda, mientras que enfrente aparece el proletariado, los trabajadores que desarrollan tareas productivas para una clase social más alta que la de ellos. La misma realidad que marca una fuerte separación entre esclavos y amos, señores feudales y servidumbre… En definitiva, entre ricos y gente limitada, condicionada y golpeada por la pobreza.
Desde la perspectiva marxista, las masas y los sujetos son capaces de comprender en qué clase social se encuadran en función de su economía y forma de vida, actuando de este modo en concordancia con su nivel social sin caer en el juego de los sectores más altos. A esto se lo llama, comúnmente, poseer consciencia de clase. Cuando la explotación laboral reinante en el mundo capitalista no es percibida o reconocida, en tanto, se habla de alienación.
De acuerdo a los criterios del leninismo, la conciencia de clase del sector obrero debe ser forjada a través de la dictadura del proletariado. Este concepto, propio del ámbito político, identifica a un Estado en el cual el gobierno queda en manos de trabajadores industriales y no en poder de la burguesía.
La lucha de clases está vinculada a la explotación que padece el proletariado a manos de quienes ostentan los medios de producción.
La plusvalía y la lucha de clases
De acuerdo a la teoría del valor-trabajo, el valor de un servicio o un producto se define según la cantidad del trabajo que se necesita para generarlo. Dicho de otro modo, el valor del bien está asociado al esfuerzo humano que alberga.
Marx, en este marco, afirmaba que el valor de las mercancías depende del trabajo socialmente necesario para su producción. En una sociedad capitalista, el trabajador está forzado a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario porque no cuenta con medios de producción: con su trabajo, crea un valor excedente al que recibe, llamado plusvalía, que se lo apropia el capitalista y es la fuente de su riqueza.
El capitalismo necesita esa división de clases, donde los obreros no tienen los medios de producción y deben vender su fuerza de trabajo y la burguesía cuenta con los medios de producción y se apropia de la plusvalía de los trabajadores.
En «El capital», Marx alude al anhelo de construir una sociedad sin distinción de clases para terminar con la explotación. El camino hacia esa nueva sociedad requiere de una revolución para lograr la expropiación de los medios de producción, terminando así con la división de clases.
La teoría marxista señala que la lucha de clases es el enfrentamiento entre quienes tienen los medios de producción y se apropian de la plusvalía y aquellos que deben vender su fuerza de trabajo para subsistir, siendo explotados. Con el éxito de la revolución, la lucha de clases llegaría a su fin ya que no habría distinciones gracias a la socialización de los medios de producción.
