El término magro proviene del vocablo latino macer. La primera acepción que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) refiere a aquello que carece de grosura (sustancia untuosa o grasa) o que es flaco.
Algunos ejemplos
Por ejemplo: “La nutricionista me sugirió optar por alimentos magros para no tener problemas con el colesterol”, “El futbolista sorprendió al regresar de su lesión con un físico más musculoso y magro”, “Con el paso de los años fui perdiendo mi cuerpo magro”.
El colesterol es uno de los conceptos que más abunda en el ámbito de la alimentación sana, y no es raro que los expertos en nutrición les indiquen a sus pacientes abstenerse de la grasa para controlar sus valores. Los siguientes dos ejemplos usan el término magro para dar la idea de un cuerpo trabajado, sin grasa.
La noción de magro puede tener un uso simbólico. En este caso, hace alusión a algo que no tiene abundancia o profundidad, o que resulta escaso: “La cosecha de puntos del equipo en la segunda ronda del torneo fue magra”, “El magro crecimiento de la economía decepcionó a los analistas”, “Debido al magro caudal del arroyo, es imposible pescar por estos días”.
Aquí podemos ver que el sentido de la palabra magro es negativo, aunque en el contexto del cuerpo humano denote un buen estado de salud: estar delgado es positivo, pero una puntuación, un crecimiento o un caudal magros son demasiado escasos, no son satisfactorios.
Carne magra
La carne magra, por otra parte, no posee nervios ni grasa. Por eso se la considera más saludable que la carne con un elevado nivel de grasa.
Las carnes magras cuentan con la ventaja de ofrecer proteínas con un porcentaje acotado de grasa y de calorías. La pechuga de pollo, el lomo de carne vacuna y el lenguado, por mencionar algunas opciones, son alimentos magros. También, en el lenguaje coloquial, se llama magro a la carne del cerdo que se encuentra junto al lomo y que se caracteriza por poseer poca grasa.
Tanto en las dietas de adelgazamiento como en los consejos que por lo general dan los expertos, la carne magra aparece con mucha frecuencia como la mejor forma de consumirla. Claro que hay mucha gente que disfruta el sabor de la grasa, y de hecho mientras no se coma en exceso no siempre acarrea consecuencias tangibles, como ser alteraciones negativas del organismo o sobrepeso.
El río homónimo
El río Magro, por último, se encuentra en la Comunidad Valenciana (España). Este afluente del río Júcar tiene un curso que se extiende cerca de 130 kilómetros.
A lo largo de su recorrido, podemos observar sus tres cuencas, la superior, la media y la inferior, cada una con sus propias características bien definidas. En la primera notamos una suerte de valle de gran amplitud y con una pendiente relativa escasa. También se aprecia una depresión tectónica en dirección sur que se fusiona con la de Ayora, que tiene el río Júcar hacia el norte.
Luego llegamos a su cuenca media, donde destaca un desnivel marcado pero en forma de escalera. En algunos de sus segmentos, los meandros encajados desaparecen brevemente para dar lugar a pequeñas llanuras aluviales que se usan con mucha frecuencia para regar las explotaciones agrícolas de la zona.
La cuenca inferior comienza en el municipio de Llombay, donde se expande hacia un valle amplio con un cauce de gran anchura (hasta 289 metros). Esta última propiedad responde al poder de erosión que tiene el río Magro, así como a la acumulación que realiza cuando llega la parte baja, donde se vuelve más lento y disminuye su fuerza de arrastre de los sedimentos.