El mármol, término procedente del vocablo latino marmor, es una roca metamórfica que se desarrolla a partir de piedras calizas cristalizadas. El carbonato cálcico es su componente principal.
Cuando las piedras calizas se encuentran a alta presión y temperatura elevada, se cristalizan. Así empieza a desarrollarse un proceso de metamorfosis que, con la intrusión de otros elementos, va dando color y modificando la composición del mármol, que se caracteriza por su textura compacta y por el brillo que alcanza a partir del pulimento.
Lo habitual es que el mármol se combine con otras sustancias para crear líneas o motas o dotarlo de distintas tonalidades. Así, gracias a sus cualidades estéticas, el material se emplea en el terreno de la decoración, la construcción e incluso el arte.
Las esculturas en mármol se realizan mediante el tallado de la roca. Entre las obras que se desarrollan de este modo aparecen estatuas, fuentes y sepulcros.
De acuerdo a los especialistas, la superficie traslúcida de la roca permite que las figuras humanas realizadas en mármol resulten realistas gracias a la profundidad visual que se alcanza. Otra ventaja que ofrece el mármol frente a otros materiales es su resistencia.
Entre los mármoles más valorados del mundo aparece el mármol de Carrara. Se obtiene de las canteras que se encuentran en los Alpes Apuanos, en la zona del municipio italiano de Carrara.
Trabajar el mármol es todo un arte que requiere una serie de conocimientos complementarios, incluyendo técnicas y herramientas, para conseguir los mejores resultados posibles. El primer paso es el corte del mármol. Antes de proceder debemos tener en cuenta que cada tipo tiene diferentes grados de resistencia, dureza y cristalización, razón por la cual el proceso varía según el caso.
Es posible cortarlo en seco o húmedo; en ambos casos, es necesario proceder con suma paciencia para evitar deteriorar la superficie. Los discos usados para el corte deben reservarse exclusivamente para el tratamiento del mármol, ya que si se usa con otros materiales pierden su uniformidad y generan resultados insatisfactorios.
Con respecto a las herramientas disponibles en el mercado para cortar mármol tenemos el radial y la amoladora, con discos electrodepositados, aunque también se puede usar una máquina de mesa con refrigeración hidráulica y discos de corte húmedo.
Una vez llevado a cabo el corte, llega el momento de esculpir el mármol, una tarea para la cual se necesita una combinación de habilidad y fuerza en las manos. A diferencia del paso anterior, en éste juega un papel importante la visión artística. Sí se asemeja en la seguridad que debemos tener en la manipulación del material y las herramientas, porque los errores son muy difíciles de corregir.
A pesar de los avances tecnológicos que abundan en otras áreas, al día de hoy sigue siendo común esculpir el mármol a mano, incluso prescindiendo de ciertas herramientas que ofrecen prestaciones muy convenientes, entre las que se encuentran los martillos neumáticos (con martillinas, gradinas o cinceles) y los compases.
Otro de los tratamientos que suelen aplicarse al mármol es la perforación, para lo cual se puede usar una broca de widia o una de diamante, para pequeños o grandes diámetros, respectivamente. Precisamente, antes de hacer un agujero en una pieza de mármol debemos definir con exactitud el diámetro; seguidamente, usamos la broca más pequeña y por último, la más grande.
José Mármol, en tanto, fue un escritor, político y periodista argentino nacido en 1817 y fallecido en 1871. En el partido bonaerense de Almirante Brown, una localidad lleva su nombre.
Pablo, Betty y Bam-Bam Mármol, por último, son personajes de la serie animada «Los Picapiedra». Pablo y Betty están casados, mientras que Bam-Bam es el pequeño hijo de la pareja.