Una marquesina es una protección metálica y de cristal que se instala en el ingreso de ciertos edificios. El término también puede aludir al toldo que permite guarecerse de la lluvia o a la estructura que brinda cobijo en la parada de un transporte público.
A nivel general puede decirse que una marquesina es una cubierta que se instala sobre una puerta o una ventana. Este tipo de elemento, que tiene forma semicircular o rectangular, suele estar sostenido por un soporte y se emplea para protegerse de las inclemencias del tiempo en la entrada de un teatro, un café, un hotel, etc.
Actualmente, en algunas regiones el concepto se asocia específicamente a la marquesina del teatro, cuya función trasciende la cobertura de los asistentes. En la marquesina se anuncia la obra que se puede ver en el recinto, por lo cual funciona como un cartel.
La marquesina teatral, por lo tanto, es una pieza que exhibe información. Muchas veces, además del título de la obra, aparecen los nombres de los actores e incluso fotografías. Por otra parte, hay teatros que establecen acuerdos con auspiciantes y así la marquesina presenta una publicidad de la empresa en cuestión.
Tomemos el caso de un espectáculo de revista. En su marquesina aparece en primer lugar el nombre de la obra y luego, con letra más pequeña, los nombres de los protagonistas del show. La marquesina también muestra fotos de las bailarinas y de los cómicos que trabajan en dicha revista. Así, quienes pasan frente al teatro, tienen a su alcance los datos esenciales de la propuesta y pueden decidir comprar una entrada si así lo desean.
El concepto de marquesina también se usa para hacer referencia a los carteles publicitarios en general, o más bien al mobiliario urbano que se destina a este fin. En este caso también aparecen otros términos, como ser mupis, columnas y quioscos. Las marquesinas y los mupis son soportes de medidas estandarizadas en cada región y sujetas a cambios dependiendo de las modas y tendencias. Se fabrican para albergar carteles de publicidad cuyas dimensiones superan el metro, tanto de alto como de ancho.
Es común encontrar marquesinas y mupis en las calles más transitadas de las grandes ciudades, en particular en las plazas y las paradas de autobús, dos sitios en los cuales la gente suele detenerse a descansar o esperar durante varios minutos. Estos soportes tienen dos caras con iluminación trasera, necesaria para permitir su lectura durante la noche. Cada cara se puede contratar de manera independiente, es decir que incluso dos empresas diferentes pueden publicitar sus productos y servicios en la misma marquesina de forma simultánea.
En algunos casos solamente es posible contratar una sola cara, para evitar el monopolio por parte de una única compañía. Con respecto a la duración del contrato, varía según la ciudad y la época, pero puede ser de un año o más, aunque por lo general se efectúa por semanas. Es necesario señalar que las empresas suelen pagar por más de una marquesina, que se agrupan en paquetes distribuidos por la ciudad llamados circuitos.
Como todos sabemos, la publicidad es una estrategia que consiste en la inversión de mucho dinero con el objetivo de aumentar la visibilidad de un producto o un servicio, aunque también puede servir para promocionar películas, conciertos o simplemente para mejorar la percepción de una empresa en la ciudad. En algunas partes del mundo es posible diseñar el circuito a medida si se contrata un cierto número de caras. Otro ámbito en el cual existen estas estructuras son los centros comerciales, donde el volumen de gente por día suele ser considerable.