El verbo merodear hacer referencia a rondar por una zona, habitualmente con un fin dañino. Quien merodea suele estar recabando datos para cometer un acto ilícito o incluso puede estar buscando una oportunidad para concretar el delito.
Por ejemplo: “Al acusado se lo vio merodear por la casa de la víctima en los días previos”, “Las cámaras de seguridad registraron a un individuo merodear el lugar”, “Anoche vi a un zorro merodear cerca del gallinero, vamos a tener que estar atentos…”.
Aquel que merodea es calificado como merodeador. Supongamos que un hombre planea ingresar a robar a una cierta casa. Para estudiar cómo entrar a la propiedad, saber los movimientos de sus ocupantes y conocer las rutinas de los vecinos, empieza a merodear por el barrio. Así va obteniendo información de utilidad para su plan. El hecho de merodear le permite descubrir que los dueños de la vivienda salen todos los martes a la noche para ir a la ópera, por citar un caso.
Los delincuentes sexuales muchas veces se dedican a merodear en búsqueda de sus víctimas. Un violador que elige a adolescentes para perpetrar sus ataques puede merodear por las inmediaciones de un colegio con el afán de encontrar a alguna joven sola y desprevenida.
Si echamos un vistazo a los sinónimos del término merodear, notamos que existen dos grandes significados, uno que hace referencia a una acción con fines determinados (como ocurre con rondar, fisgar, acechar y husmear) y otro en el cual el andar no parece tener una intención definida (vagabundear, deambular y vagar).
En los ejemplos antes expuestos, los sujetos se mueven con una meta en particular, que generalmente esconde malas intenciones. Merodear para investigar a una potencial víctima incluye la idea de pasar desapercibido, moverse con patrones aparentemente arbitrarios para no llamar la atención del otro y de este modo poder observarlos sin ser observado.
Éste es el secreto de la acción de merodear, que no se puede apreciar en vagabundear, por ejemplo, en la cual no suele existir el objetivo de hacer daño a un tercero sino de conseguir comida o dinero. En el campo, por otro lado, se define merodear como «el acto de ir de un lado al otro pidiendo o robando comida y otros bienes fundamentales para su subsistencia».
Con respecto al verbo acechar, por otra parte, se trata de una acción que implica menos movimiento, y puede ser un complemente de merodear. El diccionario de la Real Academia Española lo define como «esperar con cautela y observar a alguien con un fin determinado».
Si bien merodear y acechar son sinónimos, digamos que podemos usar uno u otro según el matiz en el cual queramos hacer énfasis. Por ejemplo, al describir la escena del ladrón que tiene la intención de entrar en una casa ajena, podemos recurrir a merodear para resaltar sus movimientos por el barrio o alrededor de la casa, mientras que acechar nos serviría para resaltar el modo en el que escudriña cada detalle de sus potenciales víctimas.
Merodeador, por otra parte, es el nombre de un personaje de Marvel Comics, cuya identidad fue asumida por diferentes sujetos. Los Merodeadores, en tanto, son un conjunto de villanos que se enfrentan a los X-Men. Los crearon Chris Claremont, Dan Green y John Romita Jr. y aparecieron por primera vez en el año 1986.
“El merodeador”, por último, es el título con el cual se conoció en nuestro idioma a “The Prowler”, un filme estadounidense que contó con Joseph Losey como director y que se estrenó en 1951. Entre los protagonistas se encuentran Van Heflin, Evelyn Keyes, John Maxwell y Katherine Warren.
