Se denomina micología a la ciencia dedicada al estudio de los hongos. Un hongo, en tanto, es un ser vivo de nutrición heterótrofa cuya reproducción se desarrolla a través de esporas.
La micología se concentra en estos organismos que viven sobre sustancias orgánicas en descomposición, como parásitos o en simbiosis. Los orígenes de esta disciplina pueden rastrearse siglos antes de Cristo, aunque las primeras investigaciones científicas son mucho más recientes y se remontan al siglo XVI.
Primeros hitos de la micología
El estudio de los hongos tuvo varios hitos a lo largo del siglo XVI, los cuales se listan a continuación:
* en el año 1526, el humanista italiano Hermolaus publicó una clasificación de hongos que sirvió como punto de referencia para futuros estudios. No olvidemos que en el ámbito científico es fundamental la elaboración de compendios para reunir datos afines;
* a comienzos del siglo I nació en la antigua Grecia Dioscórides Anazarbeo, un farmacólogo, botánico y médico cuyo legado fue de gran importancia para la comunidad científica. En lo que respecta a la micología, algunos botánicos se apoyaron en su trabajo para continuar con sus investigaciones. Tal fue el caso del italiano Pietro Andrea Gregorio Mattioli;
* en el año 1564, el médico holandés Hadrianus Junius, elaboró una descripción del Phallus impudicus, un hongo que se encuentra con bastante frecuencia en los continentes europeo y americano del Norte. Dos de sus características son su forma fálica y su olor desagradable;
* el médico Reiner Solenander describió el hongo conocido como lengua de buey, cuyo nombre científico es Fistulina hepatica. Si bien se considera originario de Reino Unido, también es posible hallarlo en casi todo el continente europeo y en Norte América;
* el filólogo italiano Fabio Colonna, que se interesó por la medicina y la botánica cuando entendió que la epilepsia le impediría trabajar como abogado, aportó una detallada ilustración del Clathrus ruber, un hongo saprofito que se conoce con el nombre común jaula roja. La forma de su cuerpo es ovalada y exhibe diversas «ramas» que se entrelazan;
* en 1592, Giovanni Battista della Porta, un investigador y filósofo italiano, afirmó que la reproducción de los hongos se llevaba a cabo por medio de semillas. Otros científicos apoyaron su teoría, aunque él fue el primero en divulgarla públicamente;
* Charles de L»Écluse, uno de los botánicos más importantes del siglo XVI, ordenó una pintura a la acuarela de cuarenta y dos especies de hongos comestibles. En la imagen se apreciaban veintidós géneros, cincuenta y ocho especies venenosas de veinticinco géneros y cinco hongos que no se habían mostrado hasta entonces. Se trata de uno de los pilares de la micología, que sirvió para su estudio y desarrollo a las generaciones futuras.
Hongos comestibles
La recolección de hongos como alimento por parte del ser humano se inició en la prehistoria. Varios pueblos creían que los hongos eran sagrados e incluso algunos los consideraban como una comida de divinidades y monarcas.
El Agaricus bisporus, conocido como champiñón, es uno de los hongos comestibles más populares. También son muy valoradas las trufas, tal como se denomina a los integrantes de un género de hongos. En el terreno de la alimentación, la micología es clave ya que sus conocimientos permiten distinguir entre aquellas especies que pueden consumirse y las que resultan tóxicas.
La micología médica
Es importante destacar que, con el descubrimiento de los trastornos y las afecciones que, en personas y animales, provoca la interacción con ciertos hongos o su ingesta, surgió la micología médica. Esta rama de la medicina analiza la incidencia de los hongos sobre la salud, que puede incluir desde intoxicaciones hasta infecciones.
La micología, por otra parte, también examina los hongos alucinógenos. Estos organismos presentan sustancias psicoactivas que modifican el funcionamiento del sistema nervioso central y pueden producir alucinaciones, entre otros fenómenos.