La palabra micrófono tiene su origen etimológico en el griego. Y es que es el resultado de la suma de varios componentes léxicos de dicha lengua:
-El vocablo “mikros”, que puede traducirse como “pequeño”.
-El sustantivo “phone”, que es sinónimo de “sonido”.
-El sufijo “-o”, que se usa para indicar “agente”.
Un micrófono es un dispositivo que permite convertir las ondas de sonido en señales eléctricas. De este modo, logra amplificarlas.
Cómo funciona un micrófono
Estos aparatos generan las corrientes eléctricas partiendo de los cambios de la presión del aire. Para conseguir esto pueden recurrir a diferentes procesos y técnicas, como la inducción electromagnética o la piezoelectricidad. Por lo general deben conectarse a un preamplificador para que su señal esté en condiciones de ser procesada, grabada y reproducida en un parlante (altavoz).
La membrana que capta las vibraciones sonoras recibe el nombre de diafragma. Este diafragma, que se encuentra protegido por una rejilla, está conectado con el sistema que convierte las ondas sonoras en electricidad. El transductor del micrófono es el encargado de la transformación del sonido en señales eléctricas, siendo denominado elemento o cápsula.
Cuando una persona habla con un micrófono, por lo tanto, las ondas sonoras que emite llegan al diafragma que está unido a la cápsula, responsable de producir las señales de electricidad que se amplifican.
Clasificación según el tipo
Existen múltiples clases de micrófonos. Los más comunes disponen de un cable para su alimentación eléctrica y se toman con una mano: así, el usuario acerca su mano con el micrófono a su boca para hablar o cantar. Con este mismo formato hay micrófonos inalámbricos.
Los micrófonos de solapa, por otra parte, pueden operarse sin usar las manos. Se enganchan en la ropa o alrededor del cuello, quedando siempre cerca de la boca. Estos micrófonos de solapa o corbata son también conocidos por el nombre de micrófonos electret. Y hoy son los más utilizados en los programas de televisión, por ejemplo.
No obstante, la lista de tipos de micrófonos es más larga. Buena muestra de ello son estos otros:
-Micrófonos dinámicos, que son los más versátiles y que se usan para la voz en directo. Son económicos, cuentan con autonomía porque no requieren tener alimentación y hacen muy bien frente tanto a las vibraciones como a la temperatura e incluso a la humedad.
-Micrófonos de cinta, que eran los que se usaban fundamentalmente en la radio y por cantantes en la década de los años 50. Son grandes, bidireccionales y cuentan con una gran sensibilidad.
-Micrófonos de condensador, que son los que se suelen emplear cuando se tienen que llevar a cabo grabaciones de estudio, tales como doblaje o voces para un disco. A su favor está que recogen muy bien el sonido y también que son muy sensibles. No obstante, no hay que pasar por alto que pueden permitir que se cuele un sonido que se encuentre alejado.
Dónde se usa un micrófono
En ámbitos como los medios de comunicación, la telefonía y los eventos públicos masivos, la utilización de micrófonos resulta indispensable.
De esta manera se garantiza la amplificación del sonido.