El adjetivo microscópico se emplea con referencia a aquello vinculado al microscopio. Se llama microscopio, en tanto, al dispositivo que se usa para observar aquellos elementos diminutos que resultan imposibles de ver a simple vista.
Visible a través del microscopio
Por lo general la idea de microscópico alude a lo que es tan pequeño que únicamente se puede percibir a través de un microscopio o a lo que se realiza apelando a este instrumento. Por ejemplo: “Un nematodo microscópico es el responsable de la enfermedad que está afectando a miles de personas en el sur del país”, “Mi tía es una reconocida científica que trabaja analizando partículas microscópicas en un laboratorio”, “Un estudio microscópico de los objetos hallados permitió determinar su antigüedad”.
Los microorganismos o microbios pueden ser calificados como microscópicos: es imposible verlos sin un microscopio. Los virus y las bacterias, en este marco, son microbios que pueden actuar como agentes infecciosos, provocando diversos daños en el organismo infectado. Como son microscópicos, detectar la presencia de estos microorganismos no es simple, sino que se deben realizar estudios específicos o analizar síntomas.
Microorganismos
Los microorganismos son seres vivos o sistemas biológicos (complejas redes de entidades cuya existencia resulta relevante para la biología y se organizan en estructuras que se adaptan a sus necesidades específicas). Son unicelulares, y su organización es mucho menos compleja que la de los animales o las plantas. Para el estudio de estos individuos tan pequeños existe la microbiología, una ciencia que se encuentra íntimamente ligada al microscopio ya que no analiza seres perceptibles mediante el ojo humano.
Es importante señalar que el término microorganismo no habla de cuestiones filogenéticas (las relaciones entre especies que las agrupan en familias) o taxonómicas (la clasificación según un orden jerárquico), sino que hace referencia a la naturaleza microscópica de los seres. De hecho, bajo esta etiqueta encontramos organismos que no tienen ninguna relación evolutiva entre sí, como ser las algas microscópicas, los protozoos, los hongos microscópicos, las arqueas y las bacterias.
Bacteria
Las bacterias son tan pequeñas que su tamaño se mide en micrómetros, la milésima parte de un milímetro. Las más grandes no suelen sobrepasar los 5 micrómetros de longitud. Pueden presentar formas diferentes, como ser esferas, filamentos curvados y barras. Son células procariotas, de manera que no presentan un núcleo definido ni suelen tener orgánulos internos. Por lo general tienen una pared celular compuesta de mureína, un copolímero también conocido como peptidoglucano. Cabe mencionar que en se trata de los organismos más comunes de la Tierra y que habitan todos los medios, en las temperaturas y condiciones más extremas.
Virus
Los virus son acelulares, es decir que no cuentan con células; de hecho, para replicarse necesitan estar en el interior de una célula ajena. Se compone de genes que tienen ácidos nucleicos y proteínas. Cuando provocan una infección, dichos genes fuerzan a su anfitrión a sintetizar los ácidos y las proteínas para reproducirse. Todos estamos expuestos a las infecciones por virus, desde los animales hasta las bacterias, pasando por las plantas y los hongos. Dentro de la microbiología existe la virología, la rama que se dedica al estudio de los virus.
Microscópico y macroscópico
Es habitual que se diferencie entre el nivel microscópico y el nivel macroscópico. En el nivel microscópico, los fenómenos se desarrollan a escalas que no resultan perceptibles a simple vista. Por eso, para observarlos, se necesita utilizar un microscopio que forme imágenes de tamaño mucho más grande que el objeto en cuestión. Lo que se lleva a cabo a nivel macroscópico, en cambio, se puede ver directamente con los ojos, sin utilizar un aparato que agrande la imagen.