Lo primero que vamos a hacer, antes de entrar de lleno en el significado del término mofar, es conocer su origen etimológico. En este caso, tenemos que subrayar que existen distintas teorías acerca del mismo.
Así, por ejemplo, por un lado hay quienes creen que deriva del germánico. Exactamente del verbo «mupfen», que puede traducirse como «arrugar la nariz». No obstante, por otro lado, están los que piensan que en realidad procede del italiano. Más concretamente de la palabra «muso», que se refiere a la nariz.
El término mofar alude a realizar mofa: es decir, a burlar. Mofar, por lo tanto, supone hacer gestos o expresar algo para molestar a una persona y reírse de ella o con ella.
Por ejemplo: «¿Les gusta mi nuevo peinado? Se pueden mofar, si quieren…», «No te tienes que mofar de las desgracias ajenas», «El boxeador se volvió a mofar de su rival y lo acusó de comportarse como un niño asustado».
Entre las muchas palabras que pueden funcionar como sinónimos de mofar, además de las ya expuestas, hay otras tales como humillar, despreciar, desdeñar, ridiculizar, bufonear, agraviar o incluso escarnecer. Por el contrario, entre sus antónimos nos encontramos con términos como respetar o alabar, entre otros.
Un individuo se puede mofar de otro por múltiples motivos. Por lo general se trata de una humorada que apunta a causar gracia aunque sin mala intención. La idea no es provocar sufrimiento o incomodidad al otro, sino generar risas.
Sin embargo, también es posible mofar con la voluntad de dañar. La mofa puede resultar dolorosa para el destinatario, ya sea por su temática, sus características, etc. Si alguien se pretende mofar de un joven sin piernas para humillarlo, por citar un caso, no resultará divertido; por el contrario, es probable que lastime al muchacho discapacitado y que indigne al resto de la gente.
Mofarse de uno mismo, por otro lado, es un mecanismo habitual de muchos individuos. Supongamos que un hombre intenta preparar la cena y la comida se le termina quemando. El sujeto, en lugar de enojarse o de preocuparse por lo sucedido, decide tomar una fotografía de la preparación y luego la comparte en las redes sociales afirmando, de manera irónica, que es un «gran chef». De esta forma, el cocinero frustrado se mofa de sí mismo e incluso deja abierta la puerta para que sus contactos se mofen de él con comentarios graciosos.
Se considera que el mofarse de uno mismo es una estupenda medida para poder alcanzar lo que es la paz interior así como la capacidad de autocrítica, la bondad e incluso lo que es la resiliencia. Para poder llegar a ese nivel se debe apostar por llevar a cabo medidas tales como estas:
-Hay que reducir los niveles de egoísmo que se tienen así como también el narcisismo.
-Es necesario tener autocrítica, pero dentro de unos límites adecuados. Es decir, hay que autocriticarse, pero no a fustigarse.
-También hay que fomentar el sentido del humor y el reírse de uno mismo a niveles saludables. Se considera que llevar a cabo esta medida es una estupenda medida para poder mantener una óptima salud mental.