El adjetivo monofásico y su variante femenina monofásica se emplean en el ámbito de la electricidad. Se denomina corriente monofásica a aquella que es alterna y se desplaza por dos conductores.
Cabe recordar que una corriente eléctrica se forma con el flujo de cargas eléctricas que circula a través de un conductor (un cuerpo que tiene la capacidad de conducir la electricidad). Cuando siempre fluye en el mismo sentido, se trata de una corriente continua; en cambio, si el sentido se modifica de manera periódica, se habla de corriente alterna.
Retomando la idea de corriente monofásica, se trata de una corriente eléctrica alterna que avanza por un par de conductores. Un aparato monofásico, en este marco, es alimentado con una corriente de este tipo.
Sistema monofásico
Se denomina sistema monofásico, por otra parte, a aquel que se forma por una sola corriente alterna y cuyo voltaje no varía. Este sistema de producción y distribución de electricidad se compone, en definitiva, de una única fase: la corriente se traslada por un solo cable.
La electricidad doméstica o residencial suele ser monofásica. A las casas llega una única señal de corriente alterna, transmitida por un cable de fase. El circuito se cierra con el retorno por un cable neutro, mientras que también se incluye un cable de tierra que funciona como un elemento de protección. Entre el cable de fase y el cable neutro existe una diferencia de potencial que en la mayoría de los países es de 220 V.
Los electrodomésticos que tienen una potencia de 220 V son monofásicos. En comparación a los equipos trifásicos, consumen menos energía y resultan más económicos.
Un tipo de motor
Existe también el concepto de motor monofásico, en contraposición al motor trifásico. Se trata de uno que requiere un mantenimiento mucho menor y que tiene una duración mucho mayor. Por lo general se usa en aquellos aparatos que requieren niveles de potencia bajos, para los cuales un motor trifásico resultaría poco eficiente. Es importante resaltar esto último, ya que no siempre «más es mejor», en especial cuando con la opción mínima es posible llegar a satisfacer las necesidades técnicas.
El motor monofásico no genera su propio campo magnético, y por esta razón es necesario activarlo por medio de un interruptor, entre otras opciones, para que comience a moverse su rotor. Una vez que esto ocurre se crea un campo magnético, el cual permite que funcione el motor.
Con respecto a los usos del motor monofásico, podemos decir que los dispositivos que lo incluyen suelen ser pequeños y de baja potencia, por lo general menor a un caballo de fuerza; algunos ejemplos comunes son los ventiladores, los refrigeradores, los compresores, los taladros portátiles y las bombas.
Clases de motor monofásico
El motor monofásico se fabrica en varias clases, entre los que encontramos el condensador de arranque, el motor de fase partida, el condensador permanente, el rotor bobinado, el condensador de dos válvulas y el de polo sombreado. Como en muchos otros casos, todos ellos presenta sus propias ventajas y desventajas que se deben estudiar en cada caso particular para escoger el que más se adapte a las necesidades del dispositivo.
Cada tipo de motor monofásico, de hecho, ofrece ciertos beneficios que lo vuelven especialmente eficiente para un aparato en particular. Con respecto a otros tipos de motores, los monofásicos resultan más baratos de fabricar. Los de condensador de arranque, por ejemplo, son usados en la mayoría de los casos, ya que cuentan con un rendimiento equilibrado que es muy versátil.
Desde un punto de vista mecánico, los motores monofásicos no son muy complejos, aunque esto no garantiza su perfecto funcionamiento o la ausencia absoluta de desperfectos. Entre los problemas más comunes se encuentran el recalentamiento y la lentitud anómala.