Un mosquito es un animal que pertenece al grupo de los insectos: artrópodos cuyo cuerpo se encuentra segmentado en abdomen, tórax y cabeza, disponen de tres pares de patas y un par de antenas, cuentan con alas y se desarrollan a través de una metamorfosis. Se trata de un díptero ya que presenta un par de alas membranosas y su boca está preparada para chupar las sustancias con las cuales se alimenta.
Entre las principales características del mosquito, aparecen las patas finas y alargadas y el zumbido que genera con el movimiento de sus alas. Las hembras, por otra parte, succionan la sangre de algunos animales y de los seres humanos para nutrirse, generando una inflamación con su picadura.
Es importante destacar que la metamorfosis del mosquito es completa: los ejemplares pasan por cuatro etapas diferenciadas hasta convertirse en adultos. Dado que las larvas son acuáticas, los mosquitos requieren de agua estancada para reproducirse.
El aparato bucal del mosquito está preparado para realizar una perforación en la piel de las personas y de diversos animales. Gracias a dicha abertura minúscula, pueden succionar la sangre que les brinda nutrientes. En este proceso provocan una inflamación cutánea que suele causar picor.
Junto con las moscas, los mosquitos se encuentran entre las especies más molestas para el ser humano y otros animales, ya que se acercan a nosotros de manera insistente e incansable, sin que podamos hacer nada con nuestros medios naturales para impedirlo o disuadirlos. Sin hacer uso de un producto químico o de una herramienta artificial, nuestra única salida es intentar aplastarlos.
Dependiendo de la parte del mundo en la que vivamos, así como también de la época del año en la que nos encontremos, los mosquitos pueden presentarse en diferentes cantidades. Las peores épocas son las de calor, ya que se reproducen muy rápidamente y vienen acompañados de las moscas. Entonces se aconseja adquirir algún producto para ahuyentarlos o matarlos.
Entre las opciones más comunes se encuentran las lámparas que los atraen y los electrocutan, los venenos en tableta que vienen con un pequeño dispositivo eléctrico para enchufar y los aerosoles que los espantan, tanto los que debemos aplicarnos directamente en la piel como los que se rocían en las paredes.
Cabe resaltar que los mosquitos son vectores de enfermedades infecciosas: con su picadura, pueden transmitir dengue, fiebre amarilla y malaria, por ejemplo. Para evitar epidemias, es imprescindible evitar que el agua se estanque (en cacharros y recipientes al aire libre, zanjas, etc.) así las larvas no cuentan con el medio que necesitan para desarrollarse.
El dengue es una infección viral que tiene como síntoma fundamental la fiebre, pero también genera dolores de cabeza y en los músculos, vómitos y diarrea. No es raro confundir este cuadro con una gripe simple, un error que puede costarnos la vida si el dengue se complica y provoca fiebre hemorrágica.
La fiebre amarilla es un virus tropical que se encuentra especialmente en Sudamérica y África. Su gravedad varía según el caso; en los peores, puede haber problemas serios en el hígado, incluyendo sangrado.
Otra de las enfermedades mortales que transmite el mosquito es la malaria. Entre sus síntomas más comunes se encuentran los escalofríos, la fiebre alta y los temblores, entre otros que también comparte con la gripe. Normalmente, se contrae en climas tropicales y subtropicales.
También debemos temer la chikungunya, una enfermedad con brotes conocidos en Asia, Europa y África cuyos síntomas principales son los dolores en las articulaciones y la fiebre. Así como otras de las mencionadas en este artículo, muchos turistas la contraen por la falta de información y la vacunación deficiente.
