La escritora inglesa J. K. Rowling publicó “Harry Potter y la piedra filosofal” en 1997. Ese fue el punto de partida de una saga literaria que tuvo otros seis libros y que derivó en la creación de una exitosa franquicia cinematográfica.
En el universo del aprendiz de mago Harry Potter se emplean diversos términos que los lectores y cinéfilos conocen muy bien, pero que al resto de las personas les pueden resultar extraños. Como muggle, un concepto que se utiliza para aludir a quienes no disponen de habilidades mágicas.
Los muggles, por lo tanto, son mujeres y hombres que no creen en la magia o que ni siquiera saben de su existencia. El Ministerio de Magia, en este marco, tiene entre sus funciones el ocultamiento de las cuestiones sobrenaturales ante los ojos de aquellos que no son magos.
La mayoría de los habitantes del planeta Tierra son muggles: es decir, seres que no pueden usar magia. Los magos evidencian diferentes actitudes hacia los muggles, desde el respeto hasta el odio.
Los padres de Hermione Granger y el tío de Harry Potter (Vernon Dursley) son algunos de los muggles que aparecen en los libros de Rowling. Varios de ellos también tienen presencia en los filmes basados en la saga.
En el universo mágico creado por J.K. Rowling hay personajes que respetan y muestran interés por el mundo de los muggles. Este sería el caso, por ejemplo, del director de Hogwarts Albus Dumbledore o incluso de Arthur Weasley, el padre de Ron. Sin embargo, hay otras figuras que detestan, insultan y menosprecian a los citados muggles. Entre esos se encuentran Lord Voldemort y Draco Malfoy.
Precisamente el citado Arthur Weasley no duda en impulsar, desde su trabajo en el Ministerio de Magia, la llamada Ley de Defensa de los Muggles. Una ley a la que se opondrán de manera contundente tradicionales familias de magos, entre las que se encuentran el clan Malfoy o el clan Black.
Asimismo, hay que indicar que en el colegio Hogwarts también hay estudiantes magos, pertenecientes a familias mágicas, que rechazan por completo a los alumnos que no descienden de magos sino de muggles. De ahí que utilicen un apodo despectivo para referirse a ellos. En concreto, les identifican por ser “sangre sucia”. Y precisamente Hermione Granger, la amiga de Harry Potter, es insultada de esa manera en más de una ocasión por figuras como Draco.
Eso sí, en el mencionado colegio se fomenta el respeto hacia los muggles. De ahí que haya incluso una asignatura que responde al título de “Estudios muggles”.
En cuanto al vocablo muggle, Rowling lo creó a partir de mug, que en inglés refiere a un individuo a quien se lo puede engañar con facilidad. Muggle, de todas maneras, ya se utilizaba en una jerga informal para nombrar a un cigarrillo de marihuana. Cuando le hicieron notar dicha acepción, la escritora aseguró que no tenía conocimiento de la misma.
Tal es el peso que tiene la saga protagonizada por Harry Potter en todo el mundo y especialmente en Reino Unido que incluso la palabra muggle ha acabado siendo incorporada al Oxford English Dictionary.
