Nacionalismo es un término que posee distintos significados de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE). Por un lado, está definido como el afecto y sentido de pertenencia de los oriundos de una determinada nación respecto a ella. Por dar algunos ejemplos: «En muchos países, el nacionalismo sólo se ve tras un éxito deportivo», «Las guerras son tragedias que sirven para despertar el nacionalismo dormido de la población».
El origen etimológico de la palabra se encuentra en el latín. En concreto, está formada por dos partes diferenciadas como son nasci que significa «nacer» y el sufijo –ismo que equivale a «sistema, teoría, doctrina o tendencia».
La aspiración de un pueblo a obtener un determinado nivel de independencia respecto a condiciones externas también se define como nacionalismo: «Quiero un programa político que defienda el nacionalismo y mantenga la propiedad estatal de nuestras empresas más importantes». En este sentido puede destacarse que en España existe el nacionalismo catalán, que en los últimos años ha producido manifestaciones donde una parte de la población de esta comunidad autónoma reclama su independencia.
Tipos de nacionalismo
Además de todo ello podemos exponer que existen diversos tipos de nacionalismo entre los que destaca, por ejemplo, el llamado nacionalismo integrador, que es aquel que se sustenta en la intención de que poblaciones de distintos Estados pero que comparten muchas características se unifiquen.
En total contraposición al anterior se halla el nacionalismo desintegrador que se define porque apuesta de manera contundente por la secesión de una parte de un Estado pues se considera que la población de aquella tiene señas de identidad que difieren de las del resto del citado país.
Estas son las dos clases más importantes de nacionalismo, no obstante, no podemos olvidar que existen otras que toman como eje central diversos aspectos de la sociedad para cimentarse y plantearse. Así, nos encontramos, por ejemplo, con el nacionalismo económico, el cultural, el étnico y el religioso.
Base de movimientos políticos
Cabe resaltar también que múltiples movimientos políticos pueden sustentarse en el nacionalismo. El régimen fascista de Benito Mussolini y el nazismo de Adolf Hitler se autoproclamaban nacionalistas y, bajo esa bandera, atacaron a otros países.
Estos casos históricos muestran también que el concepto de nacionalismo cambia con la historia: Hitler asoció su idea de Alemania a la raza aria y excluyó de la nación a otros colectivos sociales nacidos en el territorio alemán. Esto quiere decir que, para el nacionalismo de Hitler, un judío nacido en Berlín no pertenecía a la nación alemana. Para otras personas, en cambio, el nacionalismo está estrechamente asociado al lugar de nacimiento.