Una novicia es una persona que tomó los hábitos pero aún no profesó. El término procede del latín novicius, que se traduce como “reciente” o “nuevo”.
Etapa del noviciado
Las novicias y los novicios se encuentran en la etapa del noviciado. En este periodo que suele extenderse entre seis y veinticuatro meses, se preparan antes de hacer los votos religiosos.
Puede decirse que las novicias atraviesan una fase de prueba. Al sentir el llamado de la vocación, se acercan a una congregación y comienzan a adquirir los fundamentos necesarios para asumir el compromiso religioso. Si no existiera esta etapa, muchas personas sin un sentimiento auténtico de fe serían admitidas.
Una vez que completó el noviciado, se entiende que la novicia ya conoce en profundidad a la congregación en cuestión y es plenamente consciente de lo que significa tomar los votos. De este modo puede decidir con libertad.
Aprendiz o principiante
La idea de novicia o novicio también puede emplearse con referencia a quien es un aprendiz o un principiante. Por ejemplo: “Aunque tengo una amplia experiencia en el mundo del teatro, soy una novicia en el ámbito de la música”, “Ingresé a la empresa como novicio y me marché como un verdadero experto”, “Las jugadoras más experimentadas suelen ayudar a las novicias para que se integren al equipo”.
Si retomamos la definición de la etapa del noviciado, podremos entender los matices que se imprimen en este uso del término «novicia» y su respectivo masculino, que indican una falta natural de experiencia en un campo al que recién nos incorporamos. En el primer ejemplo, la emisora asegura que la música es un terreno en el que está incursionando y eso la convierte en una novicia, mientras que en el teatro sí ha recorrido un largo camino profesional.
Continuamos con una oración que contrasta los inicios del emisor en su paso por una empresa: cuando entró, sus conocimientos y su experiencia eran escasos; sin embargo, su último día reflejó un innegable aprendizaje que lo situaba en el extremo opuesto. Por último, se habla de la ayuda que por lo general brindan las deportistas de un equipo dado a las novicias, para que consigan integrarse.
La novicia rebelde
“La novicia rebelde”, por otra parte, es el título con el cual se conoció en América Latina a la película “The Sound of Music” (“Sonrisas y lágrimas” en España). Este filme musical dirigido por Robert Wise, que contó con las actuaciones de Julie Andrews y Christopher Plummer, se estrenó en 1965 y ganó cinco Premios Oscar y dos Globo de Oro.
La historia de esta película, cuyo guion estuvo a cargo de Ernest Lehman, se basó en el musical de Broadway homónimo. La música, que juega un papel muy importante en esta obra y es la razón por la que tanta gente la recuerda casi un siglo más tarde, fue compuesta por Oscar Hammerstein II, Richard Rodgers e Irwin Kostal. También debemos señalar que se trata de una adaptación de La historia de los cantantes de la familia Trapp, una novela de la escritora Maria Augusta von Trapp, nacida en el año 1905 en el Imperio astrohúngaro.
Además de los premios que consiguió, como los ya mencionados Oscar, es necesario señalar que se trata de una de las películas musicales más relevantes de la historia del cine. Tanto es así que en el año 1998 obtuvo el cuarto puesto en esta lista por parte del Instituto Estadounidense del Cine. También se encuentra preservada en el Registro Nacional de Cine y la destacó la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por sus aspectos históricos, culturales y su importancia a nivel estético.