El término nunca procede del vocablo latino numquam. Se trata de un adverbio que se emplea para aludir a aquello no ocurrió en ningún momento o que no se produjo en ninguna ocasión.
Por ejemplo: “Nunca un equipo consiguió tres títulos consecutivos”, “El presidente nunca dijo que iba a tomar una medida de ese tipo”, “Conozco a mi vecino y nunca pensé que pudiera hacer algo semejante”.
Analizando dichos ejemplos, podemos comprender a qué se refiere la idea de nunca. Cuando alguien expresa que “nunca” un conjunto deportivo logró obtener tres campeonatos de manera consecutiva, está señalando que no hay institución que se haya consagrado tres veces seguidas en determinado ámbito. Por otra parte, mencionar que un mandatario “nunca” anunció que iba tomar una cierta decisión es una aclaración respecto a lo que se preveía que haría el presidente. Finalmente, alguien que cree conocer a otro individuo no puede entender una acción que dicho sujeto realizó: “nunca” estuvo esa posibilidad en su mente.
Para enfatizar, es posible apelar a la locución adverbial “nunca jamás”. Si una mujer está segura de que no podría vivir en un país diferente al propio, puede afirmar lo siguiente: “Nunca jamás me iré a vivir al extranjero”. El uso de “nunca jamás” descarta la opción en cuestión.
El término nunca puede usarse para afirmar una verdad o bien una mentira. En ambos casos acentúa el hecho de que algo no haya sucedido, pero en el segundo sirve para intentar con especial intensidad escapar de una reprimenda. Por ejemplo: si una persona que acaba de robarle dinero a otra entrando en su dormitorio y abriendo su caja fuerte le dice «nunca entré en tu habitación», no sólo está mintiendo sino que pretende subrayar su inocencia, ya que bien podría decir no, en lugar de nunca.
Existen diversos refranes y dichos que contienen la palabra nunca; veamos algunos de ellos a continuación:
* «a ayer lo conocí, pero a mañana nunca lo vi»: resalta la idea de que el futuro es algo incierto, probablemente emocionante y que vale la pena vivirlo con la mente abierta. De modo similar, que el pasado ya no volverá y que por lo tanto no vale la pena quedarse mirando hacia atrás;
* «a quien me diga que nunca mintió, que al decirlo miente lo digo yo»: nadie puede asegurar que jamás haya dicho una mentira. Por lo tanto, quien lo diga seguramente estará mintiendo en ese mismo momento;
* «a quien no te agradezca lo que has hecho, no sacrifiques nunca tu provecho»: muchas veces nos pasa que tenemos un buen gesto con alguien que resulta ser un ingrato. Pues este dicho nos aconseja no volver a caer en la trampa de ayudar a gente de esta calaña;
* «a quien trabaja, el día nunca le parece largo»: las personas haraganas suelen estar todo el día frente al televisor, o en el bar, vagando por ahí sintiendo que las horas no pasan. Sin embargo, quienes invierten su tiempo y energía en algo productivo llegan pronto a la noche, cansados por su esfuerzo y con ganas de ir dormir para empezar otro día de trabajo;
* «a ratón con buen olfato, nunca lo sorprende el gato»: si estamos atentos a nuestro entorno reducimos las probabilidades de que nos timen o nos hagan daño.
Por último, El País de Nunca Jamás (o Neverland en inglés) es un territorio de ficción que aparece en “Peter Pan”, una novela del escocés James Matthew Barrie con múltiples adaptaciones al cine, el teatro y la TV. En dicha isla, los niños nunca crecen y pasan sus días divirtiéndose, sin obligaciones ni responsabilidades.
