Con origen etimológico en el latín originālis, original es un término que suele usarse como adjetivo, aunque también se emplea como sustantivo en ciertos contextos. La primera acepción que menciona la Real Academia Española (RAE) en su diccionario alude a aquello vinculado al origen (el nacimiento, el comienzo).
Se califica como original a lo que fue inventado o creado por su autor. Muchas veces la noción hace hincapié en lo novedosa que resulta dicha creación. Por ejemplo: «El cuadro original se encuentra en el Museo del Louvre», «Me encanta ese vestido, me parece muy original», «La película presenta una trama original que sorprende al espectador».
También se nombra de este modo al objeto que se utiliza como modelo para la producción de otro idéntico a él: «Les di copias a mis tres hijos y yo me quedé con la llave original que me entregó el propietario», «El retrato original no se exhibe al público, sino que se muestran copias». Este uso puede aparecer como sustantivo: «El original se perdió aunque contamos con copias certificadas».
Respecto al componente de una máquina o de un aparato, la calificación de original refiere a que la pieza proviene de la misma fábrica donde se produjo el artefacto en cuestión: «El cartucho original tiene un precio de 2000 pesos, mientras que el alternativo cuesta 800 pesos», «Este taller trabaja exclusivamente con repuestos originales», «No conseguí suministros originales, así que tuve que realizar la reparación con otros elementos».
En el caso de las impresoras, que se menciona en el primer ejemplo del párrafo anterior, los cartuchos de tinta originales son siempre más caros que los alternativos, fabricados por terceros. Esto se puede dar por muchas cuestiones, como la calidad de los materiales, tanto del plástico como de la tinta, pero también por el precio que suele estar asociado al nombre mismo de una empresa. Son muchas las personas que se niegan a pagar este monto aparentemente innecesario y optan por las marcas económicas.
Si bien el precio de un insumo o un repuesto original suele ser más caro, no siempre se trata de un capricho corporativo que busca enaltecer una marca determinada, sino que en algunos casos la diferencia se justifica con la calidad, la garantía y un servicio de atención al cliente disponible en todo momento para cubrir las necesidades y resolver las complicaciones.
Dicen que «lo barato sale caro», y en este caso se puede entender si pensamos en un repuesto clónico que nos cuesta la mitad del original pero se descompone al poco tiempo de estrenarlo y la fábrica no nos ofrece ningún tipo de garantía o asistencia, de manera que nos vemos obligados a comprar una nueva unidad.
A nivel comercial, la idea de original se usa con mucha frecuencia para defender, por así decirlo, la primera unidad de un producto determinado que ha sido imitado de forma desleal o ilegal. Esto puede ser tanto un bien material como una canción, un videojuego, un libro o una película, entre otras clases de creaciones que en sus respectivos mercados pueden imitarse sin vergüenza alguna con el propósito de aprovecharse de su popularidad.
No es para nada raro encontrarse con esta práctica, aunque puede presentarse en varios grados, desde el descaro absoluto de copiar el producto original casi sin diferencias hasta la táctica más inteligente (o retorcida, según el punto de vista) que consiste en saltarse todas las potenciales denuncias por infringir los derechos de autor. En cualquier caso, quienes respetan la originalidad no aceptan las imitaciones, por disimuladas que sean.
El Original, por último, es una banda argentina de cumbia. Tuvo su primer show en 2003 y lleva editados una decena de álbumes.
