El vocablo italiano palafitta llegó al castellano como palafito. Así se denomina a la vivienda que se realiza sobre palos o estacas en una zona inundable, en el interior de un lago o de una laguna o incluso en una orilla.
Sobre el agua
Los palafitos son construcciones cuyos pilares se hallan sobre el agua. Por eso suelen desarrollarse en cursos o espejos de agua con escaso movimiento. En el caso del mar, los palafitos se levantan en la costa.
Los palos de los palafitos se clavan en el fondo del cuerpo del agua. Sobre ellos se desarrolla la plataforma que permite concretar la edificación, por lo general utilizando materiales como madera y paja.
La elevación de los palafitos está asociada a las eventuales crecidas del agua que pueden producirse. Con la construcción en altura, si el agua sube, la vivienda no se inunda ni corre riesgo.
Es importante mencionar que los palafitos suelen ser simples. Es frecuente que sean fabricados por pueblos de escaso desarrollo económico, apelando a los materiales que se encuentran en el sitio. Actualmente, de todos modos, hay países donde la construcción de palafitos se destina al turismo.
Historia
Ya en la Prehistoria el ser humano construía palafitos, según se desprende de evidencias arqueológicas halladas en distintos lugares. En el continente europeo, por ejemplo, podemos encontrar rastros de estas obras en torno a los Alpes y en las actuales Eslovenia, Francia, Lituania, Letonia y Escocia, tanto en las proximidades de los humedales como de los lagos. Dos de las varias razones por las que se cree que nuestros antepasados se inclinaron por este tipo de viviendas son la protección contra los pueblos hostiles y los animales que pudieran atacarlos para cazarlos.
Algunos de los palafitos hallados en Europa datan del Neolítico y tinen extensiones que alcanzan la mitad de una hectárea. A lo largo de dicho período, así como las edades del Cobre y del Bronce, estos asentamientos eran frecuentes tanto en la región alpina como en la llanura Padana. Dada la ubicación actual de algunos de los restos, los primeros en estudiar los palafitos tendían a pensar que se trataba de islas artificiales, similares a los denominados crannogs (construidos en las aguas de Irlanda, Gales y Escocia durante la prehistoria), pero con el tiempo entendieron que lo más probable sea que las inundaciones posteriores los hayan dejado alejados de las orillas, donde fueron construidos en realidad.
En la actualidad, algunas reconstrucciones de casas con estas características se pueden observar en diferentes museos que se encuentran al aire libre. Cabe mencionar que en los Alpes existen los raccards, que se parecen también a los hórreos españoles (construcciones para el almacenamiento y la conservación de alimentos), y que aún en la actualidad se usan como graneros. Otros ejemplos similares podemos verlos en Inglaterra y en Italia.
Sitios palafíticos prehistóricos
Se conoce como Sitios palafíticos prehistóricos de los Alpes, en este marco, a diversos asentamientos erigidos en los lagos alpinos con esta técnica, los cuales forman parte del Patrimonio de la Humanidad que protege la Unesco. Estos palafitos se reparten entre Suiza, Italia, Alemania, Francia, Austria y Eslovenia.
Entre estos países, la mayoría de los restos se hallaron en Suiza, Italia y Alemania, siendo Eslovenia el lugar con el menor número: tan sólo, dos palafitos. Con respecto a las fechas en las que se estima que fueron construidos, las más antiguas rondan el 5000 a. C. y las más modernas, el 500 a. C.
Se trata de una serie de asentamientos cuyo estado de conservación es excepcional y, por lo tanto, aportan una riqueza cultural incalculable. Resultan esenciales para estudiar las antiguas sociedades agrarias del lugar. Las columnas sobre las que se construían estos palafitos se conocen con el nombre de pilotis.