Pallet es un término inglés aceptado por la Real Academia Española (RAE), que de todas maneras también reconoce su versión como palé. Se llama pallet o palé a la plataforma formada con tablas que se utiliza para el almacenamiento y el traslado de mercaderías.
Los pallets son estructuras empleadas para mover la carga. Cuando una carga se encuentra sobre un pallet, resulta sencillo levantarla y transportarla haciendo uso de grúas hidráulicas como las transpaletas o las carretillas elevadoras.
Se estima que los pallets surgieron en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Durante el desarrollo de dicho conflicto bélico, los ejércitos comenzaron a usar este recurso para facilitar la llegada de los suministros a las tropas.
Para favorecer las operaciones de carga y descarga, existen distintos tipos de pallets que han sido normalizados y que siempre tienen las mismas medidas. El llamado pallet universal, por ejemplo, mide 1200 x 1000 milímetros, mientras que el pallet europeo mide 1200 x 800 milímetros.
Cabe destacar que la mayoría de los pallets se fabrican con madera. De hecho, se estima que al menos el 90% del mercado corresponde a pallets de madera, que son tratados con productos antibacterianos. De todos modos, también existen los pallets de metal, los pallets de cartón y los pallets de plástico.
Al proceso para la disposición de las mercaderías sobre un pallet se lo denomina paletización o paletizado. Gracias a este procedimiento, la carga se ubica en cajas o en otro tipo de embalaje y queda lista para su manipulación y transporte mediante pallets, con lo cual se ahorra tiempo.
Más allá de su uso industrial, en los últimos tiempos el pallet ha comenzado a formar parte de los materiales básicos del bricolaje. Aunque a simple vista parezca difícil de creer, con un pallet es posible fabricar todo tipo de muebles con un aspecto muy vistoso y moderno, que le dan un toque rural a cualquier ambiente y repercuten en un ahorro significativo a nivel monetario.
Como suele ocurrir con otros tipos de productos que podemos hacer en casa, los pallets nos dan la oportunidad de crear muebles simples, que requieren una manipulación básica de los materiales, o bien embarcarnos en procesos más complejos, que requieran muchas mediciones, cortes y manos de pintura para transformar literalmente estas bases de madera en marcos, estanterías o incluso cestas.
Dentro de la inmensa variedad de muebles que podemos fabricar con pallets, quizás el más sencillo de todos es la cama: si nuestro deseo es simplemente conseguir una base para que nuestro colchón no se apoye directamente sobre el piso, entonces el proceso de elaboración puede consistir en agrupar y apilar unos cuantos pallets. Claro que a esto podemos sumarle una serie de pasos para que los resultados sean más satisfactorios.
Por ejemplo, uno de los recursos fundamentales para personalizar los diseños hechos con pallets es lijarlos, pintarlos y barnizarlos. De esta manera podemos darles el o los colores que deseemos para que se adapten al resto de los elementos de la habitación y suavizar su superficie para evitar lastimaduras al rozarla. El acabado de la madera es necesario más allá de la estética, en especial si el pallet lo recogemos de la calle.
Dado que la extensión y el ancho de los pallets no siempre se ajusta a las características del producto que deseamos crear, con un poco de paciencia y destreza podemos cortarlos. En el caso de una cama, lo ideal es que las dimensiones sean las mismas del colchón, pero hay quienes dejan un excedente en la cabecera o a los pies para colocar lámparas, almohadones u otros productos complementarios tales como adornos, que potencian el impacto del diseño final.
