El diccionario de la Real Academia Española (RAE) no incluye el término palmiflexión. De todas maneras, es posible advertir que se trata de un vocablo construido a partir de dos nociones: palma y flexión.
Adentrándonos en el origen etimológico de esas dos palabras podemos subrayar lo siguiente:
-Palma, en primer lugar, deriva del latín. En concreto, emana de “palma”, que puede traducirse como “palma de la mano”.
-Flexión, en segundo lugar, también procede del latín. En su caso, procede del término “flexio, flexionis”, que es sinónimo de “curvar” o “desviar”.
En este caso, palma refiere a la región inferior de la mano, que se desarrolla entre la muñeca y los dedos. Flexión, por su parte, es el acto y la consecuencia de doblar algo, sobre todo una extremidad o una parte del cuerpo.
Estas dos definiciones nos permiten acercarnos al concepto de palmiflexión. Se trata, simplemente, de la flexión de palma de la mano a través de un movimiento de la muñeca (el sector del cuerpo donde la mano se articula con el antebrazo). También llamada flexión palmar, la palmiflexión permite disponer la mano hacia abajo.
Es habitual que esta idea se emplee en el terreno del atletismo y del entrenamiento físico. La palmiflexión implica colocar la palma hacia abajo, una postura que puede posibilitar el desarrollo de una amplia gama de acciones. Muchas rutinas, por lo tanto, contemplan la palmiflexión.
La palmiflexión también aparece en terapias de rehabilitación. Cuando el objetivo es que el paciente recupere determinadas habilidades motoras que han sido afectadas, el terapeuta puede indicar la palmiflexión en diferentes situaciones.
Es importante no confundir el término palmiflexión con el de dorsiflexión. Este último se utiliza para hacer mención a la flexión dorsal que consiste en colocar las manos hacia arriba.
De la misma manera, no hay que pasar por alto que hay otros movimientos que se pueden realizar con las muñecas. En concreto, nos estamos refiriendo a estos dos:
-La abducción. Esta viene a ser el movimiento que se realiza realizando una inclinación cubital con una amplitud de unos 45º. No obstante, no hay que olvidar que en distintas posiciones, como la posición anatómica o la de ligera flexión, esa citada amplitud puede ser incluso mayor.
-La aducción, por otra parte, se caracteriza porque es el movimiento que se lleva a cabo con una inclinación radial que tiene una amplitud aproximada de unos 15º.
Con el paso de los años se puede producir la reducción de la movilidad de las articulaciones como consecuencia de una disminución de lo que es la densidad ósea e incluso la pérdida de masa muscular. Por eso, especialmente a los adultos de avanzada edad se les recomienda llevar a cabo ejercicios de palmiflexión o dorsiflexión.
Se conoce como pliegues de flexión palmar, por otra parte, a aquellos que permiten estirar y contraer la piel de la mano. Comienzan a desarrollarse en torno a la décima segunda semana de gestación y son importantes para la sujeción de objetos, al posibilitar que la piel pueda doblarse.