El adjetivo parafilético se emplea en el terreno de la filogenia, que es el área de la biología centrada en los vínculos de parentesco existentes entre los diferentes grupos de seres vivientes. Se califica como parafilético a aquel grupo cuyos integrantes tienen un ancestro común, pero que no incluye a la totalidad de los descendientes de este.
Un ancestro común
Un grupo parafilético, de este modo, es un clado al cual se le quita al menos un grupo monofilético (es decir, que se forma con todos los organismos que evolucionaron de un ancestro común). La calificación suele ser motivo de debate para los expertos.
Hay quienes sostienen que hablar de grupos parafiléticos no es apropiado ya que, de acuerdo a su posición, los únicos grupos con legitimidad en una clasificación evolutiva son los monofiléticos. Otros especialistas, en cambio, creen que la existencia de los grupos parafiléticos está justificada cuando el conjunto cuenta con propiedades ancestrales distintivas y se erige como un grado evolutivo.
Para la determinación de un grupo parafilético, en definitiva, se deben tomar a los descendientes de un ancestro común y excluir a ciertas especies. El grupo más grande es el grupo parafilético con relación a los demás subgrupos excluidos.
Tomemos el caso de los peces. Puede decirse que los peces constituyen un grupo parafilético, formado por la totalidad de los vertebrados (tienen cráneo, columna vertebral y sistema nervioso) que no son tetrápodos. Por lo tanto, hay otros vertebrados que no son peces y sí son tetrápodos (al poseer extremidades pentadáctilas, o sea con cinco dedos), como los mamíferos, las aves, los reptiles y los mamíferos.
Filogenia
Se conoce como filogenia al vínculo de parentesco que hay entre taxones o especies a grandes rasgos. Cabe mencionar que en el ámbito de la lingüística diacrónica, la disciplina que estudia la evolución de las lenguas a lo largo de la historia, se usa este mismo término para hacer referencia a la clasificación de acuerdo al origen común de las lenguas de nuestra especie.
Volviendo al marco biológico, la filogenia forma parte de la biología evolutiva, la rama de la biología encargada de los cambios que atravesamos los organismos en el tiempo. Para estudiar y entender las relaciones que en la historia han tenido lugar entre grupos diferentes de seres vivos se distribuyen en un gráfico en forma de árbol, donde se indican los caracteres derivados de un ancestro a un par o más de taxones que también los tienen.
Grupos monofiléticos y polifiléticos
Más arriba hablamos de los grupos monofiléticos, que son aquellos que representan el fundamento de la evolución y la taxonomía. Todos los seres vivos y taxones que se incluyan en uno de estos grupos poseen un mismo antepasado. Dicho de otra manera, se habla de monofilético si se tienen en cuenta el ancestro y la totalidad de sus descendientes. Otro nombre por el que se conoce este concepto es holofilético.
Por otra parte tenemos el concepto de grupo polifilético, que se define como aquél en el que se incluyen taxones con varios orígenes. Son los que menos se usan en los trabajos de investigación. En el gráfico anterior, podemos observar con claridad la distinción entre parafilético (en color verde), monofilético (azul) y polifilético (rojo), aprovechando el mismo árbol filogenético.
Un ejemplo muy usado para hablar de grupos monofiléticos es el de las aves y los mamíferos; en conjunto son los animales de sangre claiente, un grupo polifilético aunque carente de interés taxonómico. Para sumar un ejemplo de grupo parafilético al de los peces, podemos mencionar la antigua clase Insectivora, el cual se componía de mamíferos que no respondían a otros taxones.