El vocablo griego paralogismós derivó en el latín tardío paralogismus. Ese es el antecedente etimológico más cercano de paralogismo, término que hace referencia a un razonamiento o argumento falso.
Ya en su etimología podemos apreciar este significado, ya que el término se compone del prefijo para- (que indica «al margen, junto»), de logos («tratado, palabra, estudio») y del sufijo -ismo (que denota «actividad»). En conjunto describen «algo que se encuentra al margen del estudio», es decir, que no se puede probar de manera exacta.
Error al razonar
Un paralogismo, de este modo, surge a partir de un error al razonar. No hay una mala intención ni el deseo de mentirle al interlocutor, sino que se trata de la consecuencia de un cálculo lógico incorrecto.
El paralogismo se caracteriza por presentar un incumplimiento a los preceptos de la lógica que se da de manera involuntaria. Además, las conclusiones falsas resultan inevitables porque la capacidad demostrativa propia del razonamiento deja de actuar.
De acuerdo con el celebrado filósofo Immanuel Kant, está en nuestra esencia la tendencia al paralogismo, en especial al error que consiste en creer que el alma es el origen de la locución latina cogito ergo sum, que conocemos en nuestra lengua como «pienso, luego existo». Dado que no podemos decidir la existencia de estos fenómenos mentales, tampoco podemos evitarlos, y por eso Kant creía que siempre formarán parte de nuestra naturaleza.
Silogismo
Es importante tener en cuenta que un paralogismo es un silogismo: un argumento compuesto por proposiciones de las cuales se deduce una conclusión. Los silogismos tienen tres preposiciones, siendo la última una deducción de las precedentes. En el caso de los paralogismos, suelen adoptar la forma de entimemas (silogismos de dos proposiciones, que se conocen como antecedente y consiguiente).
Sofisma
Los paralogismos también pueden asociarse a los sofismas. Un sofisma es un argumento falso que tiene apariencia de verdad. Sin embargo, el sofisma es un engaño adrede, mientras que el paralogismo surge de un análisis incorrecto.
Lógica, argumento y falacia
No podemos hablar de paralogismo sin repasar ciertos temas del campo de la lógica, principalmente el argumento. Se trata de una idea o razonamiento expresados de forma escrita u oral, que sirve para justificar una proposición. A su vez, la proposición es una entidad que se compone de signos propios de un lenguaje, y que tiene un valor de verdad: es verdadera o falsa.
Con respecto a la lógica, podemos distinguir entre la formal y la informal. La primera, que también se llama matemática, teorética o simbólica, es enfoca precisamente en la forma de los argumentos, o sea, los razonamientos; la informal, en cambio, se encarga de su materia, su contenido concreto.
También debemos mencionar un concepto que engloba tanto el de paralogismo como el de sofismo: la falacia, un argumento de apariencia válido, pero falso. Se dice que el paralogismo se da «de buena fe», un concepto que no sólo contempla la posibilidad de un error en el razonamiento, sino también de ignorancia o falta de capacidad para no incurrir en una falacia. Tanto es así, que cuando somos conscientes de haber incurrido en un paralogismo solemos sentir vergüenza y a esforzarnos por no repetirlo.
En psiquiatría
En el terreno de la psiquiatría, en tanto, se llama paralogismo al uso de términos existentes pero con un significado nuevo o diferente del convencional. Por lo tanto, se produce una confusión con el concepto que comunican las palabras.
El paralogismo suele aparecer en el discurso esquizofrénico como una alteración a la hora de la conceptualización. De acuerdo a los especialistas, es el propio sujeto quien aporta la interpretación del paralogismo.