La paraplejia es lo que sufre una persona cuando la región inferior de su cuerpo se encuentra paralizada por algún tipo de daño. El término, también aceptado en nuestra lengua como paraplejía, procede del latín paraplexia, a su vez derivado de un vocablo griego.
Esta parálisis puede ser producida por enfermedad hereditaria o adquirida, una lesión en la médula espinal o un tumor. Por ejemplo: «El cantante sufre de paraplejia desde que se accidentó con su avioneta», «Tener paraplejia no impide desarrollar actividades deportivas», «El hombre atropellado por el conductor ebrio quedó con paraplejia».
Origen de la paraplejia
La paraplejia puede producirse por un trauma. Un balazo, un accidente de tráfico o una caída desde una altura considerable son situaciones que pueden dañar la médula, ya sea comprimiéndola o seccionándola. El problema en la médula también puede producirse por el crecimiento de un tumor que la comprima.
Las personas que sufren de esclerosis múltiple o de mielitis transversa también pueden quedar parapléjicas. A causa de este estado, los individuos experimentan grandes problemas para desplazarse (por lo general tienen que recurrir a una silla de ruedas) y pueden sufrir trastornos intestinales, incontinencia e impotencia.
La paraplejia, por otra parte, puede generar efectos secundarios en la salud, como neumonía o trombosis. Esto se debe a la imposibilidad de desplazarse con normalidad, lo que atrofia al organismo. Para minimizar la posibilidad de que aparezcan estos efectos, la fisioterapia es una buena alternativa.
El fallecido editor pornográfico Larry Flynt y el músico Herbert Vianna son dos personalidades con paraplejia. Muchos deportistas parapléjicos, por otra parte, son célebres por sus logros en los Juegos Paralímpicos.
Un tipo de trastorno genético
Se denomina paraplejia espástica hereditaria a un conjunto de trastornos degenerativos genéticos que afectan la médula espinal. Se caracteriza por causar una gran rigidez y un tono muscular excesivo en las piernas, así como por sobrecargar sus músculos.
Para diagnosticar la paraplejia espástica hereditaria es necesario en primer lugar examinar cuidadosamente el historial familiar y personal, además de realizar un examen físico completo y valorar cualquier hallazgo que pueda guardar relación con los síntomas generalmente asociados a estas enfermedades: sensación vibratoria de los pies reducida; dificultades para efectuar la flexión dorsal del pie (rotación del pie que acerca los dedos a la espinilla); sensación de debilidad; espasticidad (espasmos que manifiestan una hipertonía muscular) y rigidez en las piernas; dificultades para caminar y para mover la cadera.
Además de dichos procedimientos, también es posible llevar a cabo pruebas complementarias, como ser el análisis del ADN, para lo cual es necesaria una extracción de sangre. Cabe mencionar que esta última práctica no es generalizada, dado que ciertas mutaciones genéticas vuelven difícil la detección de la enfermedad en algunas familias. Existen enfermedades con síntomas similares, y por ello el camino más recomendado incluye varias pruebas complementarias para poder definir el cuadro con precisión y comenzar a actuar adecuadamente.
Con respecto al tratamiento de la paraplejia espástica hereditaria, la medicina suele apoyarse principalmente en la fisioterapia, siempre manteniendo un control frecuente de los síntomas. Lamentablemente, no existe manera de detener o alterar la modificación de estos trastornos; sin embargo, el tratamiento con baclofén, un medicamento que relaja la musculatura esquelética, suele dar muy buenos resultados contra la espasticidad.
Otros fármacos utilizados en estos casos son: el diazepam, uno de los tipos más conocidos de benzodiazepina (un medicamento psicotrópico); el dantrolene (colabora con la relajación de los músculos); y el zanaflex (actúa contra los espasmos musculares). Cabe señalar que las personas con dificultad para el control de la vejiga urinaria sufren de espasticidad en este órgano, y para evitar dicha complicación los médicos suelen administrarles oxybutinina (un relajante muscular).