Parasimpático es un adjetivo que se emplea para calificar al sector del sistema nervioso autónomo cuyos centros se hallan en las puntas del eje cerebroespinal y que funciona como antagonista del sistema simpático. Está formado por nervios que nacen de la médula espinal y del encéfalo.
Raíces griegas son las que tiene el término parasimpático. Así, podemos establecer que se formó a partir del prefijo «para-«, que significa «contra» o «al lado»; de la partícula «syn», que es equivalente a «junto»; del verbo «pathein», que es sinónimo de «sentir», y del sufijo «-ico». Este último se emplea para indicar «relativo a».
Es importante mencionar que el sistema nervioso autónomo se encarga del control de las funciones involuntarias del organismo. Esto quiere decir que regula los latidos del corazón, la presión sanguínea, la temperatura del cuerpo y la digestión, por ejemplo. En el sistema nervioso autónomo se reconocen dos partes: el sistema nervioso parasimpático y el sistema nervioso simpático.
Las tareas desarrolladas por el sistema nervioso parasimpático son las opuestas a las ejecutadas por el sistema nervioso simpático. Mientras que el sistema parasimpático se encarga de disminuir la frecuencia cardíaca, el sistema simpático la incrementa, por mencionar un caso. Al trabajar en conjunto y de forma coordinada, ambos sistemas permiten que el organismo responda ante distintas situaciones y pueda adaptarse a circunstancias variadas.
El parasimpático se mantiene activo mientras el cuerpo descansa y durante el desarrollo del proceso digestivo. Se encarga de estimular la digestión, la defecación y la micción y disminuye la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la presión arterial. También contrae las pupilas.
De la misma manera, el sistema nervioso parasimpático también se encarga de permitir la excitación sexual o de estimular lo que es la producción de saliva, entre otras cosas.
A nivel general, el sistema parasimpático se dedica a la estimulación de aquellos procesos que contribuyen a ahorrar o a almacenar energía. Su finalidad es garantizar el bienestar en el largo plazo. El sistema simpático, en cambio, apunta a resolver incidencias en el corto plazo.
Además de todo lo expuesto, es importante conocer que el sistema nervioso parasimpático se encuentra conformado por cuatro zonas diferenciadas: la sacra, la hipotalámica, la mesencefálica y la rombencefálica. Esta última es la que se encuentra conformada por fibras nerviosas que vienen a recorrer lo que son variados nervios del cerebro.
Por supuesto, no hay que pasar por alto que en el mencionado sistema que nos ocupa hay dos tipos de neuronas concretamente. Así, por un lado, están las ganglionares, que son cortas y que son las encargadas de llevar a cabo la liberación de la acetilcolina. Y, por otro lado, están las llamadas pre-ganglionares, que son largas y que se encuentran situadas muy cerca de lo que es el núcleo cerebro-espinal.
Es curioso resaltar que las personas que cuentan con algún tipo de alteración del sistema nervioso parasimpático encuentran en la música un elemento muy terapéutico. Sí, porque distintos estudios realizados por organismos como la Universidad de Harvard han determinado que la música les ayuda a calmarse.