Del latín passio, el concepto de pasión tiene diferentes usos. Se trata de la acción de padecer, lo que supone una perturbación o afecto desordenado del ánimo. Al ser escrito con mayúscula inicial (Pasión), el término hace referencia a la Pasión de Jesucristo (el vía crucis desde el momento en que fue capturado hasta su crucifixión y posterior sepultura).
El vía crucis, vía dolorosa o camino de la cruz es representado a través de una serie de imágenes de la Pasión, que son las estaciones que corresponden a incidentes particulares que Jesucristo sufrió para salvar a la humanidad.
La Pasión de Jesucristo está compuesta por quince estaciones, que incluyen su arresto, la negación por Pedro, la condena a muerte por Poncio Pilato, la crucifixión y su resucitación (ésta última estación fue añadida por el Papa Juan Pablo II).
La pasión como afición vehemente o inclinación fuerte
En otro sentido, se conoce como pasión la afición vehemente hacia algo (por ejemplo, “La literatura es mi pasión”) y la inclinación muy fuerte de alguien hacia otra persona (“Te amo con pasión”).
En el primer caso, hace referencia a la necesidad de hacer algo porque existe una fuerza interna que mueve al individuo a hacerlo, sobre todo está vinculado con una vocación artística. En el segundo ejemplo, la pasión está más bien asociada al amor y a la atracción sexual. Dos personas apasionadas dejan de lado la racionalidad y se comportan de manera emocional. En otras palabras, la pasión es liderada por el corazón y no por el cerebro.
Es importante subrayar que cuando una persona responde a su pasión, su principal intención es satisfacer su deseo y expresar sus sentimientos sin restricciones ni limites.
Comprensiones erróneas sobre el término
Si bien al buscar el significado del concepto en el diccionario de la RAE nos encontramos con que hace más referencia a algo positivo que peligroso, en muchas culturas se entiende como sinónimo de fanatismo u obsesión. Es decir, como una sensación de malestar relacionado con la ansiedad que provoca que un individuo se vea arrastrado a hacer cosas que no desea en pos de un objetivo, mantener viva dicha obsesión.
Por ejemplo, en ciertas culturas el fanatismo que sienten determinados sujetos por el fútbol puede ser considerado una forma de pasión, que los lleva a comportarse de forma violenta y discriminatoria con respecto a los aficionados al equipo contrario.
En este punto es importante mencionar que si bien una pasión es un sentimiento muy fuerte de alguien hacia otra persona o actividad, no debe tomarse como algo negativo sino más bien como un estado de emoción profunda donde la misma se deja llevar por sus sentimientos, se libera de sus amarras.
Lo positivo de la pasión
Una persona que vive pensando en otra y que se deja estar por el bien de ese individuo, olvidándose de sus propias necesidades no está apasionada sino que sufre una alteración psíquica que le impide pensar en sí misma. Por el contrario, en el terreno amoroso, una pasión puede llevar a que una persona rompa con sus principios dejándose llevar por sus propios sentimientos, los cuales tienen como principal objetivo, satisfacer sus deseos y alcanzar su bienestar.
En el ámbito profesional alguien apasionado es una persona que ama su trabajo de una forma en la que quienes la rodean no pueden comprenderlo. Un apasionado de las letras, por mencionar un caso, es alguien que no le teme a estar solo si puede pasarse todos los días de su vida escribiendo y leyendo. No puede entenderse entonces que dicho sentimiento le haga daño sino más bien que le permite crecer y realizarse como persona, de la forma en la que él ha decidido y haciendo lo que siente que debe hacer.