Una patineta es un vehículo o juguete que también es conocido en nuestra lengua como skate, un término inglés. Se trata de una tabla equipada con ruedas que se utiliza para patinar.
Sus orígenes se remontan a la década de 1960 en el territorio estadounidense como una adaptación de la tabla de surf. Con los años, la patineta fue adquiriendo diversos usos, ya que se emplea como recreación, con fines competitivos e incluso a modo de medio de transporte en las ciudades.
Estos objetos cuentan con dos pares de ruedas, uno ubicado en la parte delantera y el otro, en el sector trasero. En cuanto a la tabla, puede tener diferentes dimensiones y características de acuerdo a la finalidad.
Para iniciar la marcha, quien anda en patineta debe apoyar un pie en el suelo e impulsarse. Luego tiene que pararse sobre la tabla, mantener el equilibrio y dejarse llevar por el envión hasta que sea necesario volver a generar el impulso.
Al deporte que se basa en la realización de trucos aéreos con una patineta se lo denomina monopatinaje o skateboarding. Los deportistas se desplazan en el interior de una plataforma y se elevan, haciendo piruetas con la tabla.
Es importante tener en cuenta que, según la región geográfica, la idea de patineta puede aludir a dos elementos similares aunque con características diferentes. En algunos países, a la patineta con las propiedades mencionadas en esta nota también se la llama monopatín, mientras que en otros el monopatín es una tabla con ruedas y un manillar que se utiliza para conducirlo. En este último caso también se puede usar el término patinete.
Uno de los mayores desafíos para aprender a andar en patineta es mantener el equilibrio. Son varios los factores que vuelven este aspecto tan difícil para algunas personas:
* una buena parte del tiempo la pasamos con ambos pies sobre la tabla, cuyo ancho suele ser la mitad del de nuestro cuerpo visto de frente;
* la estabilidad de la patineta no es su fuerte. Esto no es un defecto sino una consecuencia de uno de los principios de su diseño, ya que si la tabla estuviera aferrada a las ruedas de forma rígida sería más difícil manipularla para doblar y saltar;
* el paso de un pie al suelo para tomar carrera mientras dejamos el otro sobre la tabla puede ocasionar una caída si lo llevamos a cabo con demasiada fuerza.
Básicamente, por estas y otras razones, andar en patineta puede significar posarnos sobre una estructura poco estable cuya superficie no es suficientemente amplia para acomodar nuestro cuerpo erguido. Sin embargo, una vez que superamos estos obstáculos, se puede abrir ante nosotros un mundo de acrobacias que solo nos permite la patineta.
Por suerte existen varios tipos de patineta, que cubren las diferentes necesidades de cada usuario. Para los principiantes se recomienda la longboard, ya que es la más fácil de maniobrar. Es más larga que las demás, ofrece una mayor velocidad, estabilidad y superficie sobre la cual pararse. Como desventaja, es más pesada y aparatosa que los modelos alternativos, razón por la cual no resulta ideal para hacer muchos trucos. Sin embargo, es cada vez más popular para quienes buscan recorrer largas distancias e incluso participar de carreras profesionales.
Escoger el tipo y modelo de patineta es un paso fundamental para adentrarse en este ámbito deportivo. Al principio se recomienda escoger uno con los ejes bien sujetos y con la menor cantidad posible de curvas. El calzado es otro de los aspectos a tener en cuenta: debe ser firme y no sobrepasar la altura de los tobillos, por lo cual se descartan las sandalias y las botas.