Patricio es un término que deriva del vocablo latino patricius. El concepto se empleaba en la época del Imperio romano para aludir al integrante de la clase social privilegiada que era descendiente de los primeros senadores.
Los patricios, en este marco, descendían de alguna de las treinta curias primitivas. Estos individuos integraban la primera nobleza y componían la aristocracia romana.
A medida que crecía la población, se fue produciendo un enfrentamiento cada vez más marcado entre los patricios (herederos de los primeros habitantes) y los plebeyos. Poco a poco, los plebeyos comenzaron a ganar derechos y, en contrapartida, los patricios perdieron varios de sus privilegios.
Durante mucho tiempo, los patricios gozaron de forma exclusiva de un largo número de derechos en el antiguo Imperio romano, y por esta razón llegaron a convertirse en una casta considerada privilegiada. Entre sus muchos derechos políticos se encuentran los siguientes, cuyos nombres se escriben en latín para respetar la tradición:
* ius sufragii: les daba la posibilidad de emitir un voto en los comicios, un número de instituciones fundamentales del gobierno que también se conocía con el nombre de asambleas romanas. Junto con el Senado, se trataba de los órganos más importantes de representación política del pueblo;
* ius honorum: gracias a este derecho, los patricios podían ocupar las magistraturas, y de este modo desempeñar ciertas funciones que se relacionaban con la dirección política y la administración de la ciudad;
* ius militae: los permitía convertirse en los jefes de las legiones, las unidades militares de infantería que contaban con un grupo de más de cuatro mil soldados;
* ius ocuppandi agrum publicum: el derecho a apoderarse de las tierras que conquistaban.
Por otro lado tenemos los derechos de tipo religioso que recibían los patricios:
* ius sacerdotii: gracias a este privilegio, podían formar parte de los colegios sacerdotales;
* ius sacrorum: les daba la posibilidad de llevar a cabo el culto de Roma;
* ius auspiciorum: podían consultar a los auspicios, los signos de las deidades que debían ser interpretados por un augur por medio de una ceremonia.
Por último, debemos echar un vistazo a los derechos que se enmarcan en el ámbito privado de los patricios, entre los cuales destacan los siguientes:
* tria nomina: es la utilización de «tres nombres», que eran el praenomen (el individual), el nomen (el gentilicio) y el cognomen (el familiar);
* ius connubii: el derecho legal para casarse de forma legítima;
* ius commerci: la libertad de llevar a cabo cualquier tipo de negocio jurídico;
* ius actionis: la facultad de exigir la validación de sus derechos frente a la Justicia a través de una acción.
En resumen, los patricios tenían acceso a una vida bastante acomodada, muy por encima de los plebeyos, sin mérito propio sino simplemente por pertenecer a una casta determinada.
En la actualidad, la idea de patricio hace referencia a un miembro de la clase alta. El término suele vincularse a lo aristocrático y a quienes heredan la fortuna y el poder de sus antepasados.
Las familias patricias, de este modo, son aquellas que tradicionalmente se ubicaron en el sector superior de una sociedad. Los dirigentes políticos, incluso en regímenes democráticos, suelen proceder de estos grupos.
En Argentina, en tanto, el Regimiento de Patricios es una rama del ejército que nació en 1806 tras la primera invasión inglesa. En aquel año se lanzó una convocatoria para sumar voluntarios dispuestos a armarse con el objetivo de enfrentar al enemigo y así surgió este cuerpo miliciano.
El regimiento cumplió con importantes funciones a lo largo de la historia argentina. Actualmente además asume un rol ceremonial, custodiando el Cabildo de Buenos Aires y escoltando al jefe de gobierno de dicha ciudad cuando recibe a mandatarios extranjeros.