La patrística es la disciplina dedicada a la investigación de la vida, la obra y el pensamiento de los santos padres. Así se conoce a los teólogos y sacerdotes que están considerados como continuadores del trabajo de los apóstoles y responsables de la consolidación del cristianismo.
Cristianismo primitivo
A los santos padres se les atribuye el desarrollo de la teología cristiana a partir de sus interpretaciones de la Biblia. En el grupo se incluye a Juan Crisóstomo, Agustín de Hipona, Basilio el Grande y Ambrosio de Milán, entre otros religiosos.
La patrística se orienta al estudio de ese cristianismo primitivo, comenzando al final del Nuevo Testamento y llegando hasta el siglo VIII aproximadamente. De este modo, abarca la etapa en la cual se forjaron las doctrinas de las diversas creencias cristianas.
Defensa de la fe
Todo el periodo que analiza la patrística contiene la labor de los profetas y la lucha contra el politeísmo y el paganismo. Además contempla el esfuerzo de los santos padres para combatir las herejías.
A aquellos sabios cristianos se los señala como los primeros defensores de dicha fe. Vivieron momentos difíciles ya que las autoridades los perseguían y había muchos judíos que rechazaban los Santos Evangelios. Al movimiento que impulsaron también se lo nombra como patrística.
Se entiende por patrística, en este sentido, a la primera fase histórica de la organización cristiana, caracterizada por la defensa de esta religión y por la apología. Fueron los santos padres quienes difundieron al cristianismo como la “palabra de Dios” y batallaron para desterrar a las religiones paganas.
Juan Crisóstomo
También conocido por el nombre de Juan de Antioquía, Juan Crisóstomo fue un destacado personaje del cristianismo, al punto de formar parte del grupo oriental de los Padres de la Iglesia. Para los ortodoxos griegos, fue uno de los más brillantes teólogos, un auténtico pilar de la Iglesia.
En la patrística, Crisóstomo destaca por sus discursos y por su lucha contra las licencias y el abuso de poder. Fue desterrado a causa de haber enfrentado a los emperadores Arcadio y Elia Eudoxia.
Agustín de Hipona
Otros nombres por los que se conoce a Agustín de Hipona son san Agustín, Aurelio o, en latín, Aurelius Augustinus Hipponensis. Este santo padre se dedicó a la teología, a la filosofía y a la escritura. Cuando se ordenó obispo, se asentó en África y llevó adelante una intensa oposición contra los herejes que se identificaban con el maniqueísmo, el donatismo y el pelagianismo.
Este destacado pensador cristiano también recibe la mención de «Doctor de la Gracia» y se considera uno de los genios más relevantes de la historia. Entre sus numerosas obras escritas podemos decir que La ciudad de Dios y Confesiones son las dos que resaltan.
Basilio el Grande
También llamado San Basilio de Cesarea o Basilio el Archimandrita, fue un importante obispo y clérigo del 300. Para la Iglesia Griega, forma parte de los cuatro Padres más destacados, y también lo celebra la Iglesia Luterana como parte de su Calendario de festividades anuales. Nótese que su fecha es el primero de enero, y su nombre es el que recibe Papá Noel en Grecia. En su familia hubo otros santos, como ser su madre, su padre y su abuela.
Ambrosio de Milán
De nombre completo Aurelio Ambrosio, fue un orador, teólogo y obispo que pasó a la historia por su destacado desempeño en su ciudad natal, Milán. Su hermana fue la virgen y santa Marcelina, quien dedicó su vida al ascetismo y la oración. No está claro si su padre fue un prefecto pretoriano o un funcionario. Su madre, por otra parte, fue una persona intelectual y piadosa.