La planeación estratégica es la elaboración, desarrollo y puesta en marcha de distintos planes operativos por parte de las empresas u organizaciones con la intención de alcanzar objetivos y metas planteadas. Estos planes pueden ser a corto, mediano o largo plazo.
Los planes estratégicos cuentan con un cierto presupuesto disponible, por lo que es esencial la correcta determinación de los objetivos a cumplir. De lo contrario, el dinero puede no ser suficiente para alcanzar las metas y la planeación estratégica falla.
La evolución histórica
La planeación estratégica como sistema de gerencia surgió entre las décadas del ’60 y ’70 con los cambios en las capacidades estratégicas de las empresas. La gestión o management comenzó a exigir la planificación de las tareas a cumplir, asignando un gerente que analizaba cómo y cuándo ejecutarlas.
Por otra parte, el tiempo existente entre la inversión de un bien y su introducción al mercado comenzó a acortarse y se generó un ciclo de vida de los productos cada vez más breve. Por eso, la planeación estratégica pasó a ser una faceta fundamental de las empresas en su búsqueda de mayor competitividad.
De esta forma, la planeación estratégica se especializó en qué hacer (las estrategias) para alcanzar los objetivos perseguidos en función de las oportunidades y amenazas que ofrece el entorno. Esto incluye el desarrollo de análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas). Otros estudios que pueden llevarse a cabo son el análisis PESTEL (político, económico, social, tecnológico, ecológico, legal) y la evaluación de indicadores clave de rendimiento (KPIs)
En este sentido, es importante que todas las personas vinculadas a la gerencia puedan desarrollar sus conocimientos y comprender con exactitud las necesidades de la empresa, para que la planeación estratégica les permita interactuar con un mundo dinámico y en constante evolución.
Tipos de planeación estratégica
Los planes estratégicos de una empresa pueden ser a corto, mediano o largo plazo. Esto se asocia a la magnitud de la compañía debido a que la planeación responde a la cantidad de actividades que deberán realizar las diversas partes de la empresa, las cuales suelen estar divididas en jerarquías que abarcan desde los niveles inferiores a los superiores. Es fundamental que estos planes, antes de ser llevados a la práctica, sean analizados detenidamente y que se hayan trazado adecuadamente las metas que se desean alcanzar a fin de aprovechar adecuadamente los recursos económicos dispuestos para eso. Los objetivos a largo plazo, por ejemplo, requieren una planificación operativa y un plan de acción diferentes en comparación a aquellos de corto plazo.
Pese a que los planes de estrategia suelen ser puntuales y deben hacerse efectivos en un tiempo determinado, sus consecuencias se mantienen a lo largo del tiempo ya que los cambios en el ambiente del negocio perduran; por eso se dice que la planeación estratégica pertenece a un proceso continuo y debe ser apoyada por acciones desarrolladas con el fin de posibilitar el buen desempeño de estos planes.
De todas formas, es importante señalar que la planeación estratégica no intenta tomar decisiones mirando el futuro, sino respondiendo a determinadas problemáticas del presente. Por lo tanto, no se encarga de pronosticar las futuras ventas sino de resolver problemas actuales que pudieran estar relacionados con ellas. Debido a esto es que todas las empresas deben revisar anualmente su planeación estratégica y crear nuevos planes para resolver aquellos conflictos que pudieran afectar el presente; además anualmente deben revisarse los objetivos para enfocarse en las exigencias que cada etapa tiene.
Una guía
Según lo expresan diversos especialistas, puede considerarse que la planeación estratégica es un conjunto de planes funcionales en los que se invierte un determinado presupuesto y cuyo enfoque está puesto en guiar a la empresa en un determinado tiempo teniendo en cuenta sus recursos y el entorno en el que se desarrolla, para alcanzar así las metas planificadas.
Es importante señalar que antes de poner en práctica un programa estratégico de planeación es necesario que todas las partes que se verán involucradas en él tengan a su disposición las metas que se esperan alcanzar y la forma en la que se trabajará. Generalmente se les entrega un documento escrito con todo lo que la empresa espera de este programa y qué expectativas tiene puestas en cada sector.
Ejemplos de planeación estratégica
Supongamos que una empresa aspira a exportar sus productos a un cierto país. Su planeación estratégica para concretar dicho proyecto incluye la evaluación de distintas estrategias de mercado y modelos de negocio y el desarrollo de un análisis de competencia. Luego lleva a cabo una planificación de recursos, examinando la inversión que le demanda desembarcar en el extranjero. Su planeación estratégica contempla distintos escenarios futuros con la finalidad de realizar una gestión de riesgos eficiente y que la misión organizacional pueda cumplirse con rentabilidad.
Otro ejemplo de planeación estratégica lo encontramos en una compañía que apuesta por el análisis de datos y la inteligencia artificial para tomar decisiones de marketing que, a su vez, contribuyan a incrementar las ventas. La información obtenida le permite trazar una estrategia de comunicación, invertir en publicidad con eficiencia y mejorar sus relaciones públicas. Se trata de una planeación que apunta a un marketing estratégico.