La pleamar es la finalización de la creciente del mar. El término también alude al tiempo en el cual se extiende la pleamar en sí misma.
El origen etimológico de esta palabra que ahora nos ocupa se encuentra en el latín. En concreto, podemos establecer que es el resultado de la unión del adjetivo «plenus», que significa «pleno» o «lleno», y del sustantivo «mare», que es sinónimo de «mar».
Para comprender qué es la pleamar, hay que tener en claro la noción de marea. Se llama marea al movimiento de descenso y ascenso que las aguas marítimas desarrollan periódicamente y de forma alternada, causado por la atracción de la luna y del sol.
Debido a las fuerzas de atracción gravitatoria ejercidas por estos astros sobre nuestro planeta, el nivel del mar va registrando cambios. Al proceso de ascenso del agua se lo denomina flujo, mientras que el proceso inverso (de descenso) recibe el nombre de reflujo.
Cada día, el flujo avanza hasta que se llega a la instancia de pleamar o marea alta: es decir, la altura máxima de las aguas del mar en el marco del ciclo de las mareas. Luego se inicia el reflujo hasta la bajamar o marea baja, que se produce cuando el mar registra su altura mínima.
Entre la pleamar y la bajamar transcurren aproximadamente seis horas. Esto quiere decir que el mar sube y baja dos veces por día. A la diferencia de altura que se produce entre la bajamar y la pleamar se la menciona como amplitud de marea.
Además de lo indicado es interesante conocer que las pleamares tienen lugar de manera exacta cada 12 horas, 25 minutos y 10 segundos.
Quienes pescan en el mar, por ejemplo, tienen en cuenta las tablas de mareas. Suele afirmarse que, mientras las aguas crecen, los peces se acercan a la costa para conseguir alimento. De forma inversa, cuando la marea desciende se alejan de la zona costera. Conocer la pleamar y la bajamar, en este contexto, contribuye a optimizar la actividad pesquera.
De la misma manera, hay que saber que tanto los pescadores como quienes simplemente desean salir a navegar en una embarcación deben tener en cuenta la citada pleamar para evitar daños en aquella. Es más, también esa información la tienen que tener en consideración los bañistas y, por supuesto, quienes deseen practicar algún tipo de deporte acuático como el windsurf o el surf, por ejemplo.
También hay que saber que Pleamar es precisamente el nombre que posee un interesante proyecto que existe en Europa. Nos estamos refiriendo al llamado Programa Pleamar, que tiene como principal objetivo conseguir y garantizar la sostenibilidad tanto de la actividad acuícola como pesquera en el citado viejo continente.
Ese citado programa ya se puso en marcha en la década de los años 60 a través de la Política Pesquera Común y en los últimos años se ha venido a dotar con unos 30 millones de euros, aproximadamente. En él se vienen a integrar una amplia variedad de políticas de gestión pesquera y de conservación de lo que es la biodiversidad.