El nivel del mar se mide y estudia constantemente, llevándose un registro gracias al cual se ha podido establecer, por ejemplo, que en las dos décadas más recientes se duplicó la velocidad de su subida.
Nivel del mar es una expresión que se emplea para dar idea de la altitud de distintos rincones que forman parte de la Tierra tomando como referencia el nivel promedio del océano. Al respecto no se puede dejar de tener en cuenta que este parámetro no es constante (como consecuencia de las mareas) ni uniforme en todo el planeta.
El patrón o la unidad de medida que se emplea a fin de referir a la altitud (concepto que alude a la distancia, considerada desde un plano vertical, que separa a un sitio X en relación al nivel del mar) o elevación respecto a una estructura o un punto geográfico o a la altura que ha conseguido alcanzar un objeto en condiciones de levantar vuelo es el metro: de ahí que se calculen los metros sobre el nivel del mar. En el sistema que emplean los alemanes, el equivalente se conoce como Normalnull. Los anglosajones, en tanto, usan la sigla que describe la unidad de medida es AMSL (interpretada en español como «sobre el nivel medio del mar»), mientras que en Países Bajos apelan a la referencia NAP (de Normaal Amsterdams Peil) que se puede traducir como el «nivel normal» haciendo eje en el resultado de la medición realizada en la capital de dicho territorio durante la marea baja.
Es importante que, valiéndose de un dispositivo conocido como mareómetro, los especialistas monitoreen el nivel del mar en múltiples sectores de las costas continentales distribuidas por el planeta.
Hace varias décadas, un grupo de ingenieros y científicos lanzó un satélite con el propósito de analizar, con el correr del tiempo, las variaciones de los mares en cuestiones de subidas y descensos. ¿A qué conclusión llegaron los investigadores en base a los datos recopilados durante años? Que el nivel del mar se incrementa sin pausa y a un ritmo cada vez más acelerado. Las estimaciones llevan a vislumbrar que, mientras siga la subida del nivel del mar se irán perdiendo cada vez más áreas de la línea de playa y cada marejada ciclónica, así como las mareas altas, se profundizarán, provocando serias crecidas en más de una zona costera. A medida que el agua del mar va penetrando en terrenos cada vez más alejados de las costas se van registrando múltiples daños, deterioros y dificultades ya sea por inundación, erosión o acuíferos contaminados como por la degradación del hábitat.
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ResumenFactores que influyen en el nivel del mar
En el nivel del mar influyen tanto los factores antropogénicos (tal como se define a los efectos, las consecuencias y las mutaciones que se desprenden de acciones humanas que repercuten en el estado del planeta) como los factores naturales.
Este escenario, por lo tanto, permite determinar la necesidad de modificar hábitos que permitan frenar y revertir las derivaciones del cambio climático. No es un dato menor que el calentamiento global genere un aumento de la temperatura de los océanos (ampliándose así el volumen del agua) y el derretimiento de glaciares. Las lluvias (junto a la cantidad de agua caída en cada precipitación), el deshielo, las erupciones volcánicas y los terremotos se acrecientan a una velocidad preocupante a raíz de estas problemáticas.
Los tsunamis y los ciclos lunares son otros de los factores que influyen sobre el nivel del mar.
Dentro del denominado ciclo de mareas se conoce como bajamar a la altura más baja de la marea, mientras que pleamar es el término que indica la altura más elevada que alcanza el agua.
Impactos y consecuencias
Las transformaciones que se van evidenciando en el nivel del mar provocan, a lo largo y ancho de nuestro planeta, numerosos impactos y dejan una enorme cantidad de consecuencias, algunas más graves que otras.
Por un lado se advierten efectos negativos en materia ecológica porque se va perdiendo la biodiversidad marina y se ponen en riesgo hábitats, manglares y arrecifes de coral, por ejemplo.
Por otra parte van surgiendo complicaciones económicas y sociales debido a que el aumento incesante del mar deja en condición de vulnerabilidad a muchas ciudades costeras. Las inundaciones, la chance de tifones cada vez más peligrosos y otros fenómenos enlazados al cambio climático obligan a que varios habitantes de pueblos costeros tengan desplazamientos forzados en busca de seguridad y calidad de vida. Existen, al día de hoy, informes que alertan acerca del riesgo que corren algunos destinos turísticos cercanos a alguna costa dado que, de seguir subiendo el nivel del mar, llegará un momento en el que quedarán arruinados por el agua, sumándose los daños que les harán los vientos fuertes.
Según se ha informado a escala mundial, está incrementándose con rapidez la temperatura de los océanos, dejando, entre otras consecuencias, aguas más ácidas y con menos oxígeno.
Mientras se sigue controlando la evolución de los registros del nivel del mar van siendo necesarias las medidas de mitigación frente al cambio climático y las estrategias de adaptación a fin de poder sobrevivir y compensar los desequilibrios. Es esencial, en primer término, que existan campañas y programas centrados en la educación ambiental. Hay que trabajar, o intensificar los esfuerzos, simultáneamente, respecto a la conservación marina y ocuparse de la reforestación. También es recomendable reducir al máximo posible las emisiones de gases de efecto invernadero.
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