Una pletina es una pieza de metal cuyo grosor es pequeño y tiene forma de rectángulo. El término suele emplearse para aludir a las hojas o placas metálicas que se utilizan en el sector de los perfiles (productos usados en estructuras de obras civiles y construcciones).
Las pletinas suelen comercializarse en tamaños estandarizados. De esta manera se facilita su transporte y manejo. Más allá de esta estandarización, las pletinas son muy variadas ya que pueden fabricarse con distintos materiales y contar con diversas aplicaciones superficiales.
Dentro de este tipo de pletinas tenemos que establecer que existen varias clases bien diferenciadas, como son las siguientes:
-Pletinas de acero galvanizado.
-Pletinas de aluminio.
-Pletinas de acero inoxidable, que son las más utilizadas para colocar en zonas en las que, por distintas circunstancias, existe humedad y hay un alto nivel de probabilidad de que puedan ser víctimas de la oxidación.
A una pletina, en este marco, se le puede dar un acabado especial para brindarle protección frente a la corrosión. Así, una pletina con un tratamiento especial adquiere características adicionales.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE), por otra parte, indica que la noción de pletina puede utilizarse para nombrar al dispositivo que posibilita la grabación y la reproducción de casetes (pequeños armazones de plástico que albergan una cinta magnetofónica).
La pletina, por lo tanto, es la parte de un equipo de audio donde es posible introducir una cinta magnética para reproducir y/o grabar sonido. Se trata de un compartimento con el mecanismo que permite el arranque, los mandos y los cabezales magnéticos.
Con las pletinas, en definitiva, se posibilita la grabación y la reproducción magnética analógica del sonido. Cuando un equipo combina la pletina reproductora con una pletina grabadora, se lo conoce como equipo de doble pletina.
Los equipos de doble pletina (también denominados de doble casetera) se usaban, décadas atrás, para duplicar los casetes, grabando el contenido de uno en otro. Este era uno de los recursos más habituales para la adquisición de música: una persona que recibía un casete prestado podía grabarlo en otro virgen y de este modo tener su propia copia.
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto que, de forma popular, también puede usarse el término pletina de discos para referirse al tocadiscos.
De la misma manera, no podemos olvidarnos de la existencia de un personaje literario que responde al nombre de Pletina. Nos estamos refiriendo a la princesa Pletina Láser, que es la protagonista de la saga infantil y juvenil “Pletina Láser. Sardina del espacio”.
Emmanuel Guibert y Joann Sfar son los autores de dicha serie, que gira en torno a las aventuras de la emperatriz que le da título y del príncipe Fivernait.
Asimismo, en el ámbito literario tenemos que destacar que existen otras obras que llevan en sus títulos el término que estamos abordando. Este sería el caso, por ejemplo, del libro “Larga pletina del doce”. Está escrito por el extremeño Salvador Calvo Muñoz y obtuvo el Premio de Novela Cinegética de la Federación Española de Caza en el año 1999.
En esta obra su autor lo que viene a realizar es un repaso por sus experiencias y vivencias dentro del mundo de la caza a lo largo de los años.