La Polinesia es una región del continente oceánico compuesta por numerosos archipiélagos. Cuando el término se escribe con minúscula inicial (polinesia), se trata del adjetivo que nombra a aquel o aquello originario de la zona. En ese caso, se puede utilizar su versión masculina (polinesio).
Se dice que quien creó la denominación de Polinesia fue el jurista y viajero francés Charles de Brosses. El término lo acuñó en 1756, cuando publicó «Histoire des navigations aux terres australes».
En concreto, dio forma a ese término basándose en la unión de dos palabras de procedencia griega, como son estas:
- El prefijo polys, que puede traducirse como «muchas».
- El sustantivo nesoi, que es equivalente a «islas».
Conformación de la Polinesia
Con una forma que se asemeja a un triángulo, la Polinesia está formada por islas volcánicas y coralinas. La circunscripción más habitual incluye a Nueva Zelanda, las Islas Cook, Tonga, Hawái, Tuvalu, Samoa, la Isla de Pascua y las Islas Marquesas, entre otros territorios
Un análisis del reparto político-administrativo de los archipiélagos evidencia que, en la Polinesia, ejercen su soberanía una gran cantidad de países, como Francia, el Reino Unido, Estados Unidos y Chile. Varias de las islas, de todas formas, se han constituido como Estados independientes.
Es posible hablar de una cultura polinesia, que se desarrolló a lo largo de la historia gracias a las poblaciones aborígenes. De este modo también existen las lenguas polinesias, como el maorí, el tahitiano y el samoano.
La importancia del turismo
Una de las principales fuentes de ingresos de la Polinesia es el turismo. Miles de personas de todo el mundo llegan hasta esta región de Oceanía para disfrutar de sus hermosas playas. Mientras que algunas islas no disponen de una gran infraestructura, otras se han adaptado para recibir a una amplia cantidad de visitantes y brindarles todas las comodidades.
Entre las islas que cuentan ahora con mayor atractivo turístico se encuentran estas:
- Tuamotu, que forma parte de lo que se conoce como Polinesia Francesa.
- Isla de Pascua, que es afamada, entre otras cosas, porque su pueblo originario y más emblemático fue el llamado Rapa-Nui. Numerosas ruinas arqueológicas dan encanto a estas tierras, que cada vez reciben más visitas de turistas. Estos, además de disfrutar de dichos yacimientos históricos, hacen lo propio con las caletas de pescadores, los monumentos conocidos como moais y enclaves medioambientales espectaculares. Este último sería el caso del volcán Rano Kau, que se ha convertido en uno de los rincones más fotografiados de la isla.
- Samoa. El pueblo indígena que permite descubrir la cultura y las tradiciones del lugar así como sus playas son dos de los rincones favoritos del viajero. No obstante, no hay que pasar por alto que también resultan muy interesantes propuestas como visitar el Museo de Robert Louis Stevenson, escritor de obras tan emblemáticas como «La isla del tesoro» y «El extraño caso del doctor Jeckyll y el señor Hyde».
- Oahu, en Hawái. Bosques tropicales, playas emblemáticas para disfrutar del surf y ciudades como Honolulú son los principales atractivos turísticos de este otro rincón de la Polinesia.