El precio de venta es el dinero que debe abonar el consumidor para comprar un producto. En el lenguaje cotidiano, se habla simplemente de precio (“¿Cuál es el precio de aquel pantalón negro?”, “Esta tienda se caracteriza por tener los precios más altos del mercado”, “Disculpe, quisiera saber el precio del nuevo libro de Ana María Matute”).
Del latín pretium, precio es el valor monetario que se le asigna a algo. Dicho valor monetario se expresa, justamente, en dinero, y señala la cantidad que debe tener el comprador o cliente para hacerse con un producto o servicio.
La venta, por otra parte, consiste en el traspaso de la propiedad de un bien a otra persona tras el pago del precio acordado. Cuando un producto está en venta y un individuo desea comprarlo, tiene la obligación de entregar una determinada cantidad de dinero para completar la operación.
El precio de venta en un mercado libre
En un mercado libre, el precio de venta se establece a través de la ley de la oferta y la demanda: si aumenta la oferta, el precio cae; en cambio, si la oferta disminuye (es decir, hay una escasez de los productos ofertados), el precio aumenta.
Cuando existe un monopolio, el precio de venta es fijado de forma unilateral por la empresa que domina el mercado; no existe la competencia y el consumidor, por lo tanto, debe pagar el monto que la empresa exige para adquirir cualquiera de sus productos.
Clasificación según el tipo
De acuerdo con su finalidad o el criterio utilizado a la hora de establecerlo, es posible distinguir entre los siguientes tipos de precio de venta:
- Al por mayor: lo pagan los mayoristas cuando realizan compras muy voluminosas.
- Al por menor: el que abonan los consumidores finales.
- Autorizado: requiere de una autorización por parte de la administración correspondiente para ser incrementado.
- Bruto: el valor sobre el cual resta efectuar los descuentos pertinentes.
- Conjunto: sirve para ofrecer «packs» (también llamados «bundles») de dos o más artículos o servicios conjuntamente.
- De costo: es la representación de la totalidad de los gastos que han tenido lugar para desarrollar el producto o servicio y llevarlo al mercado.
- En dos partes: se usa en servicios y consiste en partir el precio en dos partes (una cuota fija, que representa el abono, y otra variable, de acuerdo con el uso o el consumo del servicio en cuestión).
- Habitual: se mantiene intacto durante un largo período de tiempo.
- De lista o de mercado: es el que acompaña a los productos en un catálogo.
- De neto: es el monto que debe pagar el consumidor para adquirir un bien (todos los descuentos pertinentes han sido aplicados).
- De oferta: es menor al precio habitual y se utiliza con un fin muy concreto. Bien puede formar parte de una estrategia para recuperar clientes o para promocionar de forma más efectiva un producto, un servicio o a la compañía misma, mostrándose más accesible a los ojos de los consumidores.
- De origen: para productos de tipo agrícola o marino, indica el precio en su tierra de origen. Para artículos de tipo industrial, se suele hablar de precio de fábrica.
- Óptimo: el más adecuado desde cualquier punto de vista, que beneficia a la compañía en todos los aspectos posibles y que atrae a los consumidores de manera infalible.
- Del paquete: similar al precio conjunto, establece un valor monetario para un paquete de productos, que suma menos de los precios de venta individuales combinados. La diferencia reside en que estos paquetes sirven para dar salida a los artículos menos demandados, uniéndolos a los más exitosos.