El término paquete, que procede del vocablo francés paquet, tiene múltiples significados. La primera acepción que reconoce el diccionario de la Real Academia Española (RAE) hace referencia al embalaje o bulto bien preparado de uno o más elementos.
Un paquete puede ser un recipiente que se emplea para transportar o entregar un producto. El concepto alude tanto al envoltorio como al contenido. Por ejemplo: “Ya le compré el regalo de cumpleaños a mi hijo, solo me falta preparar el paquete”, “Cada vez que voy al centro comercial vuelvo a mi casa con tres o cuatro paquetes”, “Parece que alguien dejó un paquete en la puerta del teatro…”.
En el caso específico de las empresas postales y de mensajería, los paquetes son cajas que incluyen el nombre del destinatario y su dirección en una etiqueta. De este modo, gracias al sistema de logística y reparto, estos paquetes llegan a destino: “Ayer recibí un paquete de mi tía que vive en Nueva York, me envió unas revistas de moda que aquí no se consiguen”, “Compré un nuevo teléfono por Internet y al otro día recibí el paquete en mi casa sin ningún problema”, “El correo debería entregar los paquetes en tiempo y forma”.
Un paquete también puede ser un conjunto de productos, servicios, prestaciones, etc.: “En el mercado del puerto ofrecen un paquete de diez conservas a 500 pesos”, “El paquete de medidas que anunciará esta tarde el presidente tiene como principales beneficiarios a los trabajadores independientes”, “La compañía de TV por cable me ofreció un paquete de canales prémium a un precio promocional”.