La etimología de predecesor nos remite al latín tardío, más precisamente al vocablo praedecessor. Así se denomina a quien, en un cargo o puesto, antecedió a otro.
Alguien que estuvo antes
Un predecesor, por lo tanto, es alguien que estuvo antes que otra persona en una determinada posición. En este marco, a aquel que llegó después se lo puede denominar sucesor.
Tomemos el caso de la presidencia de los Estados Unidos. En la actualidad, el mandatario es Donald Trump, quien asumió en enero de 2017. Previamente, el presidente era Barack Obama, a cargo del poder ejecutivo estadounidense entre 2009 y comienzos de 2017. Puede decirse que Barack Obama fue el predecesor de Donald Trump; o que Donald Trump fue el sucesor de Barack Obama.
Podemos entender fácilmente a qué se refiere la noción de predecesor si repasamos la historia de un equipo deportivo y sus entrenadores. Veamos qué ocurre con San Antonio Spurs, una de las franquicias más exitosas de la NBA. En 1996, el coach principal era Bob Hill. Los malos resultados llevaron a los directivos a despedirlo y a nombrar en su reemplazo a Gregg Popovich, un hombre que aún sigue en el cargo. El predecesor de Popovich fue Bob Hill, ya que Hill desarrollaba las funciones que, tras su despido, comenzó a cumplir Popovich.
Es importante tener en cuenta que el mote de predecesor depende del contexto específico. Retomando el primer ejemplo, Obama fue el predecesor de Trump, pero no de George W. Bush ni de Bill Clinton. George W. Bush, a su vez, fue el sucesor de Clinton y el predecesor de Obama.
Etimología
Como se menciona más arriba, el término predecesor tiene su origen en el latín, más precisamente en una forma culta. Sus primeras apariciones datan del siglo IV y las encontramos en la obra del estadista y escritor romano Quinto Aurelio Símaco. Más tarde, formó parte de la literatura de la Iglesia cristiana. El matiz que no debemos dejar pasar es que para poder hablar de un predecesor es absolutamente necesario que exista alguien, el sucesor, que actualmente ocupe su lugar (en el caso de un cargo) o que continúa con su linaje (en el caso de una familia).
Con respecto a su composición, esta palabra exhibe el prefijo prae- (que indica una posición anterior en el tiempo o el espacio, como ser «delate de» o «antes de»), el nombre decessor (el que ha fallecido, se ha ido o ha dejado un cargo) y el sufijo -tor (que en el castellano se asimiló a -sor (una persona u objeto que ejecuta lo que se expresa en la raíz; en este caso, «que está antes y se va o fallece»). Todo esto se origina en el verbo decedere (que se traduce como «marcharse, alejarse, morir o retirarse»), el cual por su parte se compone del prefijo de- (alejarse hacia abajo o disminuirse) y de otro verbo, cedere (retirarse, andar, marchar).
Respeto al predecesor
Cada cultura mantiene una relación diferente con sus antepasados, tanto con las personas que han fallecido como con las que preceden a otras en puestos laborales o gubernamentales. Dependiendo de diferentes factores, la actitud puede tender más hacia el respeto incuestionable o al desafío con ansias de superarlos. En algunos casos, ambas actitudes pueden fusionarse.
Hay países en los cuales las personas mayores reciben un especial respeto simplemente porque han vivido más, porque gozan de una mayor experiencia que los jóvenes. Cuando se van, son recordados como faros que marcan el rumbo hacia la elevación, hacia la perfección. Sin embargo, esto no impide que sus sucesores avancen más allá, para convertirse en nuevos referentes, en el ciclo interminable de la vida.