Predisposición es un concepto vinculado a predisponer, un verbo que refiere a la disposición anticipada de alguna cosa. Predisponer también refiere a la inclinación del ánimo de una persona hacia una cierta meta.
La predisposición, por lo tanto, es el proceso y el resultado de predisponer. Por ejemplo: “No advierto una buena predisposición de los testigos del hecho”, “Tengo la mejor predisposición, pero no pienso trabajar el doble que mis compañeros”, “El analista sostuvo que existe una predisposición de la gente a votar por opciones conservadoras cuando se registran problemas de seguridad”.
La predisposición como voluntad
El concepto de predisposición puede asociarse a la intención o la voluntad de un sujeto. Supongamos que el entrenador de un equipo de fútbol debe negociar su continuidad en el club. Si este hombre desea seguir en su cargo, podrá afirmar que tiene “predisposición” para arreglar la continuidad, lo que puede reflejarse en una mayor flexibilidad a la hora de arreglar las condiciones de contratación.
En cambio, alguien con mala o nula predisposición no estará dispuesto a hacer o a acordar algo. Un empleado sin predisposición para aprender una nueva tarea nunca incorporará dicha actividad a su rutina laboral ya que no está dispuesto a realizar eso.
La negatividad
No podemos pasar por alto que existen personas que tienen una marcada predisposición hacia la negatividad y hacia el fracaso. Parece ser, según algunos estudios, que el ser humano tiene un cerebro que se inclina siempre hacia lo malo porque, entre otras cosas, los estímulos negativos cuentan con la capacidad de producir más actividad neuronal que los positivos.
Por esa razón, es importante que los individuos en los que esa circunstancia se haga más notable, tengan un control más exhaustivo de lo que dicen y de lo que hacen. Así, por ejemplo, si tienen hijos y algún día les llegan a afirmar que son tontos o que son unos fracasados por algo que no han hecho correctamente, tendrán que saber que esa frase se les quedará a sus vástagos marcada “a fuego” para siempre, aún cuando les digan después miles de veces que son inteligentes o que los quieren.
Consejos para evitar la predisposición al fracaso
De la misma manera, hay que ser conscientes de que las personas con predisposición al fracaso, desde un punto de vista laboral sobre todo, cuentan con una serie de herramientas para poder frenar o limitar esa tendencia negativa que tienen. ¿Cómo? Llevando a cabo los siguientes consejos:
-Repitiéndose a diario que tienen capacidad para conseguir sus objetivos y enumerando todo lo bueno, en cuanto a capacidades y valores se refiere, que poseen para conseguirlo.
-Mejorando su autoestima.
-Aprendiendo de quienes han triunfado.
-No comparándose con nadie.
-Alejando de su mente cualquier idea negativa que les pase.
-Haciéndose fuertes.
Una tendencia dada por los genes
La predisposición genética, por otra parte, se refiere a las características genéticas capaces de incidir en un fenotipo.
Esto quiere decir que un ser humano puede tener una cierta predisposición genética a sufrir una enfermedad: esta persona, por lo tanto, cuenta con mayores probabilidades que el resto de la gente a desarrollar el trastorno de salud en cuestión.