La preparación contextual para mejorar la lectura se conoce como prelectura.
Se denomina prelectura a la etapa que antecede a la lectura propiamente dicha de un texto. Se trata de un proceso que se basa en el análisis de diversas cuestiones vinculadas al material a leer para luego aprovechar al máximo la instancia de la lectura.
TemasEspontánea o estructurada
Es habitual que la prelectura se lleve a cabo de manera espontánea, sin que la persona se detenga a pensar en los pasos que está siguiendo ni en los objetivos de los mismos. Sin embargo, es posible desarrollar la prelectura de forma consiente y estructurada para potenciar los beneficios posteriores que se obtendrán a través de la lectura.
En la zona gris de ambos extremos encontramos a muchas personas que pueden o no practicar la prelectura, así como hacerlo de forma frecuente o esporádica y con métodos aprendidos o creados por ellas mismas. A la hora de leer una obra nueva, no siempre tenemos el mismo grado de entusiasmo ni de necesidad: no es lo mismo comprar el título más reciente de nuestro autor favorito que leer un texto obligatorio para el colegio.
Resulta interesante señalar que la lectura solía considerarse como un proceso cognitivo pasivo. Sin embargo, en los últimos tiempos, pasó a tomarse al lector como un agente activo que se encarga de buscar significados en lo que lee, con lo cual la prelectura se vuelve imprescindible.
Características principales
Muchas veces la prelectura comienza con una breve investigación sobre el autor del texto. Conocer quién es el creador del documento, en qué época vivió o si es contemporáneo, dónde nació, etc., contribuye a entender el contexto en el cual la obra fue escrita.
La prelectura también suele incluir lo que se conoce como escaneo. Esta acción consiste en estudiar la tapa y la contratapa del libro, mirar el índice y los nombres de los capítulos y pasar las páginas para apreciar si tienen fotografías o gráficos. Así el lector se va preparando para avanzar con seguridad.
En algunos casos, la prelectura contempla examinar y definir el propósito de la lectura. Al saber para qué se leerá, se pueden construir hipótesis sobre el texto y optimizar la comprensión.
Beneficios
Antes de abordar los beneficios de la prelectura, debemos tener en cuenta que la persona que se acerca a un libro para asumir el rol de lectora puede también ser escritora, profesional o docente en el campo que trata el texto, entre otras muchas posibilidades. Leer por gusto, por amor a la literatura, nos lleva a un sinfín de obras, que pueden tratar muchos temas diferentes, incluso algunos que sean de difícil comprensión para el lector. Cuando se encara como método de aprendizaje o profundización, la experiencia es distinta.
La prelectura también puede servir para encontrar el libro adecuado.
Comencemos entonces por el lector que no busca un fin determinado más allá del disfrute de un buen libro. Por sus manos pueden pasar títulos que traten la neurociencia, el cuidado del medio ambiente, la relación con uno mismo, etcétera, y todos ellos le dejarán algo único, nuevos conceptos y puntos de vista que le harán reflexionar. La prelectura, en su caso, puede servirle para investigar acerca de los aspectos más técnicos, que quizás no podría entender si los afrontara sin preparación.
Los profesionales, por su parte, que escogen libros para profundizar acerca de los temas que necesitan para sus trabajos y estudios, encaran la prelectura de una forma diferente, y también obtienen beneficios diferentes. En su caso, no hay tantos conceptos que les vayan a resultar desconocidos o difíciles de entender, sino que la prelectura puede ahorrarles tiempo si los ayuda a descartar de antemano aquellas fuentes que no se ajustan a su criterio de búsqueda.
