Es habitual que, en el terreno de la política y la economía, se divida al mundo en dos, diferenciando entre el primer mundo y el tercer mundo. Se trata de una fragmentación vinculada al desarrollo alcanzado por cada país.
Naciones más desarrolladas
El primer mundo, en este marco, está formado por las naciones más desarrolladas a nivel social y económico. El tercer mundo, en cambio, lo integran los Estados que evidencian un menor desarrollo.
Por lo general la noción de primer mundo se asocia al índice de desarrollo humano (IDH) que elabora el Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD). Los países mejor posicionados en este ranking forman parte del primer mundo, ofreciendo una buena calidad de vida a la mayor parte de su población.
Se entiende que en el primer mundo los ciudadanos cuentan con acceso a servicios de calidad. De acuerdo a los expertos en ciencias políticas y sociología, muchas veces el desarrollo depende de la existencia de instituciones fuertes que garanticen el funcionamiento de la democracia y el imperio de la ley.
Evolución del concepto
Es importante mencionar que la distinción entre estos “mundos” surgió tras la Segunda Guerra Mundial. Por entonces nació el bloque occidental (capitalista) y el bloque oriental (socialista), quedando el resto de las naciones en el tercer mundo. Con el tiempo, irrumpió el posicionamiento que ubicó a las sociedades más avanzadas en el primer mundo y al resto, en el tercer mundo. El concepto de segundo mundo, por el contrario, quedó en desuso.
Si bien esta clasificación puede cambiar en el futuro, hoy en día se ubica en el primer mundo a Inglaterra, Japón, Alemania, Australia y Estados Unidos, entre otros. Para la segmentación se analizan el IDH y otros factores, como el producto interno bruto (PIB), dos conceptos que analizaremos en detalle a continuación.
IDH
Se trata del índice de desarrollo humano, un indicador que está a cargo de las Naciones Unidas como parte de su Programa para el Desarrollo y que sirve para llevar a cabo la clasificación de los países en tres niveles diferentes. Los componentes de este índice son los siguientes: ingreso per cápita, educación y esperanza de vida. Cada uno de ellos puede, a su vez, subdividirse en más aspectos, para obtener un sondeo acorde con la complejidad de las diferentes comunidades. Su creación se debe a Mahbub ul Haq, un economista nacido de origen paquistaní.
En el año 2010 se creó un nuevo índice, el ajustado por desigualdad, el cual tiene en cuenta este factor entre los diferentes países que se analizan para arrojar valores realistas. Si bien las autoridades de las Naciones Unidas no han descartado el IDH, señalan que esta nueva versión es más justa con las innegables diferencias sociales, y por esta razón no muestra un máximo ideal o potencial, sino el desarrollo humano que hay de verdad en cada país, sea del primer mundo o del tercero.
PIB
El producto interno bruto (que también se conoce como producto bruto interno o producto interior) es una magnitud perteneciente al ámbito de la macroeconomía que nos permite conocer el valor monetario que a lo largo de una porción de tiempo dada (por lo general un trimestre o un año) representan los bienes y servicios producidos en un país o una región.
Cabe señalar que estos productos y servicios que se miden son los que adquieren los usuarios finales. Para calcular el PIB se deben usar diferentes enfoques que se complementan entre sí. Una vez que se ajustan los valores resultantes, aparece en ellos la denominada economía sumergida, todas aquellas actividades de tipo económico que los ciudadanos no declaran.