Con origen en el vocablo latino processio, la idea de procesión se utiliza para aludir a la marcha ordenada que numerosos individuos emprenden para dirigirse de un sitio a otro. Por lo general esta acción se lleva a cabo de manera solemne y con fines religiosos.
Muestras de fe
Las procesiones suelen ser muestras de fe. Se trata de un desfile que puede ir desde un lugar hasta otro distinto, o regresar a su punto de origen. Es habitual que quienes encabezan el grupo lleven imágenes o estandartes.
Los orígenes de las procesiones son remotos, ya que hay registros de estos actos en la Antigua Grecia. En la actualidad, el cristianismo, el islam y el hinduismo, entre otras religiones, realizan procesiones.
En el cristianismo, por ejemplo, una de las procesiones más importantes es el viacrucis. En esta procesión se recrea el calvario de Jesús desde su condena a muerte hasta su sepultura.
Historia
Como mencionamos más arriba, la historia de las procesiones es muy antigua y nos lleva a la antigua Atenas, donde a lo largo del año tenían lugar cinco de gran importancia: tres para celebrar los misterios de Eleusis, la de Yaco y la de los Juegos Panatenaicos. Los misterios de Eleusis eran ritos para iniciar a los fieles al culto de las diosas Perséfone y Deméter; Yaco es el nombre de uno de los hijos de Zeus y Deméter; los Juegos Panatenaicos, por último, era una serie de fiestas de carácter religioso, artístico y deportivo que se dedicaba a Atenea.
En Roma también hubo importantes procesiones, como la purificación de las Ambarvalias, un rito relacionado con la agricultura que consistía en forzar a un cerdo, un cordero y un buey a dar tres vueltas alrededor del terreno para luego sacrificarlos como símbolo de su fe en la diosa Ceres o al dios Marte. Además de ésta, los antiguos romanos hacían otros procesiones con diferentes caracteres, como ser consulares o triunfales.
Los cristianos dan a la procesión una gran relevancia, al punto de que no exista otro aspecto de su culto exterior que se encuentre por encima. Si bien en las épocas en las que fueron perseguidos no podían hacerlas con libertad, se estima que las celebrarían dentro de los templos. Su antigüedad data de la Edad Media. Las órdenes mendicantes, pertenecientes al catolicismo y caracterizadas por depender de la limosna para subsistir, surgieron en el siglo XIV y están íntimamente ligadas a la representación religiosa fuera de los lugares de culto, con imágenes sagradas a la vista de todo el pueblo.
Se cree, de todos modos, que el auge de la procesión cristiana tiene su raíz en el Concilio de Trento, porque la Iglesia vio en este recurso un gran potencial para evangelizar, ya que el poder de la imagen visual es mucho mayor que el de la palabra, sobre todo para la porción analfabeta de la población a la que pretendía sumar a su religión.
Fuera de la religión
Es importante mencionar que no todas las procesiones se enmarcan en la religión. En la ciudad de Tacna (Perú), por mencionar un caso, cada 28 de agosto se lleva a cabo la Procesión de la Bandera para conmemorar la reincorporación de Tacna al Perú tras la ocupación chilena.
Otra acepción
El término procesión también aparece en el lenguaje coloquial con referencia a las filas o columnas de seres humanos o de animales que se desplazan: “Debido a los estrictos controles de seguridad, la procesión hacia el estadio avanza con lentitud”, “Una procesión de patos atravesó la carretera e interrumpió el tránsito durante varios minutos”, “Al término de la película, los espectadores salieron en procesión mientras compartían sus reflexiones sobre la historia”.