Procurador

Función del procurador

El procurador es un licenciado o doctor en Derecho que se especializa en el procedimiento judicial y que, a través de un apoderamiento, asume la representación de una persona física o jurídica ante cualquier tribunal o juzgado. Su función es agilizar y controlar el desarrollo del proceso.

Suele considerarse que el procurador es el nexo entre el juzgado o tribunal, el abogado y el cliente. Su tarea incluye firmar citaciones, notificaciones y trámites y desarrollar la gestión diaria de la documentación necesaria. Puede señalarse que el procurador debe garantizar que su cliente cumpla en tiempo y forma con cada uno de los pasos que tiene que realizar en el marco del proceso judicial. Es importante tener en cuenta que puede intervenir tanto en un procedimiento del derecho civil como en uno del derecho administrativo o en uno del derecho penal.

El rol del procurador contempla también la presentación de una apelación, un recurso legal, un alegato o una contestación. El conjunto de sus tareas apuntan a resguardar los intereses del cliente, a quien patrocina y representa en el proceso.

Debe tenerse en cuenta que la intervención de un procurador no siempre es necesaria. La obligatoriedad de su contratación depende de los requisitos fijados en cada jurisdicción.

Diferencias con un abogado

Tanto el procurador como el abogado son personas graduadas en Derecho. Sin embargo, sus responsabilidades son diferentes: no es posible que, en un litigio, el abogado reemplace al procurador ni viceversa. Dicho de otro modo, sus obligaciones no son intercambiables.

El abogado asume la defensa de su cliente y le brinda asesoría jurídica. El procurador, en tanto, lo representa en el proceso, encargándose de llevar las notificaciones y de gestionar la documentación.

Es habitual que se indique que procurador y abogado trabajan en conjunto o en equipo. Ambos se complementan para velar por los intereses del cliente.

Con frecuencia, el procurador se encarga de la representación administrativa y escrita del cliente. No obstante, en determinadas situaciones, puede intervenir oralmente en audiencias.

Tipos de procurador

De acuerdo a la legislación y a la época, es posible diferenciar entre distintos tipos de procurador.

Procurador de los tribunales: Esta figura forma parte del sistema jurídico español, siendo el enlace entre los ciudadanos y los tribunales. Dependiendo de la complejidad de la causa, su contratación puede ser obligatoria para comparecer. Se considera que el procurador de los tribunales es un colaborador del Poder Judicial debido a que simplifica comunicaciones procesales y notifica deficiencias o errores. De acuerdo a la Ley 15/2021, un procurador de los tribunales en España debe haber completado el grado o la licenciatura de Derecho, contar con un máster en Abogacía y Procura, aprobar la evaluación de aptitud profesional y realizar su inscripción en el Colegio de Procuradores de la jurisdicción donde ejercerá.
Procurador general: Aparece en sistemas de diferentes países latinoamericanos. Se trata de un funcionario de alto rango del departamento o ministerio de Justicia que tiene la responsabilidad de proteger los derechos de los habitantes y defender los intereses públicos. Dependiendo de la nación, su rol puede resultar similar al del abogado del Estado, el defensor del pueblo o el fiscal general. Si tomamos el caso de Argentina, el procurador general de la nación es el fiscal ante la Corte Suprema de Justicia y el jefe de la totalidad de los fiscales. De hecho, es el máximo responsable del Ministerio Público Fiscal. El procurador general de los Estados Unidos, en tanto, es un funcionario del Departamento de Justicia que ejerce la representación del gobierno federal ante la Corte Suprema.
• Procurador del común: Así se llama al defensor del pueblo en Castilla y León (España). Se dedica a resguardar los derechos de la ciudadanía, supervisando la actuación de los poderes públicos.
• Procurador en Cortes: Dicho cargo era ejercido por aquel designado para la representación de una comunidad en las Cortes. La denominación cambió varias veces a lo largo de la historia, siendo empleada la idea de procurador entre 1943 y 1977 en las Cortes franquistas, por ejemplo. Desde la Constitución de 1978, el término procurador fue reemplazado por senador y diputado. De todos modos, aún se mantiene en la Juntas Generales de Álava y en las Cortes de Castilla y León, donde aún hay procuradores.
• Procurador romano: El procurator se encargaba de la gestión financiera de la magistratura en la Antigua Roma. Sus atribuciones, de todas formas, fueron variando con el correr de los años.

El término en la religión

El concepto de procurador también se emplea en el terreno de la religión. En este marco, el procurador es quien administra la economía de un convento, de acuerdo a la definición aportada por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario.

Se entiende que el procurador general de un instituto religioso o una congregación es aquel que gestiona sus asuntos ante la Santa Sede. Es un representante que incluso puede tramitar cuestiones jurídicas en general.